Los casos de niños de corta edad a los que se les diagnostica alergia a pólenes y a otros elementos como hongos, ácaros o epitelios de los animales están creciendo en los últimos años, a la vez que existe un auge de la incidencia de esta patología en adultos. La responsable de la unidad de Alergia del hospital Reina Sofía, Carmen Moreno, expuso ayer, en una comparecencia en el hospital, que la enfermedad alérgica relacionada con los pólenes está creciendo por los dos extremos de edad, cuando antes lo habitual es que se detectara a partir de la adolescencia o juventud. Moreno resaltó que se están dando cada vez más casos de personas que no han estado junto a un olivo nunca y se vuelven alérgicas poco tiempo después de entrar en contacto con este árbol. «Concretamente, nos están llegando casos de pacientes alérgicos al olivo de Europa del Este o de Latinoamérica, países en los que no hay olivos, y que cuando se vienen a vivir a España, con el paso de los años, sufren alergia relevante al olivo o a las gramíneas», dijo.

Carmen Moreno precisó que, según datos aportados por sociedades científicas, se estima que la primavera que acaba de comenzar en Andalucía (sobre todo en el suroeste) los niveles de pólenes serán entre moderados e intensos para los cerca de cien mil alérgicos de este tipo en Córdoba, ya que por sus características geoclimáticas la provincia presenta una elevada incidencia de alérgicos respiratorios.

La unidad de alergia del Reina Sofía atiende a pacientes de toda la provincia. Moreno calculó que puede haber en Córdoba unas 150.000 personas con alergias respiratorias, de los que alrededor de 60% (95.000) son alérgicas a pólenes. De esas 95.000 personas, un 80% es alérgica al polen de olivo; un 65%, al de gramíneas; un 20%, al de plátano de sombra; un 30%, al de salsola, y un 13%, al de ciprés.

Moreno hizo un llamamiento a los pacientes con alergias respiratorias para que «se tomen en serio su enfermedad, no abandonen la medicación y se vacunen en aquellos casos en los que esté indicado, ya que es el tratamiento más eficaz para hacer frente a las alergias». En esta línea, recordó que «los alérgicos al polen nunca deben empezar a vacunarse durante la primavera, han de hacerlo antes o después. Verano y otoño son buenos momentos para que los alérgicos al polen que hayan pasado una mala primavera se pongan la vacuna».

Menos de un 10% de los pacientes alérgicos a pólenes requieren recibir una vacuna. Moreno recalcó la efectividad de las vacunas, que ha aumentado mucho en los últimos años gracias al mayor conocimiento de la patología y de los pacientes. La vacuna mejora la calidad de vida de los alérgicos (que sufrirán menos síntomas, podrán permanecer más tiempo al aire libre, dormirán mejor, necesitarán menos medicación) y además detiene el curso progresivo de la enfermedad, que cuando evoluciona sin control puede llevar al paciente a padecer asma o al desarrollo de reacciones alérgicas a alimentos vegetales, una consecuencia cada vez más frecuente.

LAS CLAVES

25% de la población con alergia

De los que 150.000 padecen alergias respiratorias en Córdoba y cerca de cien mil a pólenes (en su mayoría a olivo y gramíneas, los cultivos más extendidos).

Incertidumbre esta primavera

Aunque las sociedades científicas sostienen que los niveles de polen serán intensos o moderados en el sur, si lloviera mucho en mayo descendería el olivo y subirían las gramíneas.

Estimación de la Red de Aerobiología

Este organismo nacional, con sede en Córdoba, prevé que la polinización de olivo será inferior este año, debido a la nulas precipitaciones del pasado invierno.

El pico del olivo fue en mayo

Ese mes se registró la concentración más alta de este polen en Córdoba, cerca de 5.000 granos por metro cúbico. A partir de 50 granos ya se aprecian síntomas.