Uno de los factores que está influyendo en los últimos años más directamente en la incidencia de las alergias es el cambio climático (con factores como el exceso de polución; periodos largos de sequía combinados con otros excesivamente lluviosos, días de invierno que parecen de verano y de primavera con excesivo frío o incremento progresivo de la temperatura media). Esta situación está siendo estudiada y preocupa a la Red Española de Aerobiología, con sede en Córdoba y coordinada por la doctora en Biología Carmen Galán.

Según la responsable de Alergia del hospital Reina Sofía, Carmen Moreno, «este daño a la naturaleza repercute en las plantas y en los pacientes alérgicos». Carmen Moreno indicó que los calendarios de polinización pueden llegar a ser imprevisibles porque las plantas pueden tener floraciones fuera de su temporada habitual y esto provoca que los pacientes acusen síntomas en épocas en los que no los suelen sufrir.

«Nos están llegando a las consultas de Alergia en otoño pacientes con síntomas de alergia, relativos al polen de gramíneas propio de primavera, debido a que las altas temperaturas de octubre, noviembre e incluso diciembre provocan que exista como una segunda primavera. Crecen en otoño hierbas silvestres que pasan desapercibidas porque no se ven y son las que causan síntomas parecidos a los del polen de gramíneas en primavera, aunque con menor virulencia», explicó Moreno. Para afrontar estas nuevas situaciones, médicos de atención primaria trabajan de forma estrecha con Alergia del Reina Sofía. Ayer en este servicio estaban siendo atendidos numerosos pacientes, muchos de ellos alérgicos a pólenes. Entre ellos, la cordobesa Mónica Medina, de 43 años, que ha notado gran mejoría gracias a la vacuna frente al polen del olivo y se lamenta de no habérsela puesto antes por «miedo», pues se hubiera evitado los ataques de asma. También estaba la montillana María José Martos, de 34 años, que se puso ayer la primera dosis de la vacuna del polen del olivo de la temporada, aunque ya la ha recibido otras veces y se siente mejor con ella. Una hermana de María José y dos de sus sobrinas son, a su vez, alérgicas al polen.