Con una pancarta en la que rezaba «Precios justos para un olivar vivo» abriendo la marcha, miles de agricultores llegados de toda España recorrieron este jueves en MadridagricultoresEspañaMadrid la distancia que separa la Puerta de Alcalá del Ministerio de Agricultura, en demanda de unos precios justos para el aceite de oliva y exigiendo medidas que garanticen el futuro del olivar. Según las organizaciones convocantes, Cooperativas Agroalimentarias, Asaja, COAG y UPA, el número de asistentes se acercó a los treinta mil. Según fuentes policiales entre 15.000 y 20.000 y según la Delegación del Gobierno fueron unos 8.000.

Para participar en la manifestación se fletaron autobuses desde la mayoría de los pueblos olivareros, por medio de las cooperativas, de modo que de Córdoba llegaron hasta la capital del reino una treintena de autocares. Entre Córdoba, Jaén y Sevilla, la suma de vehículos alcanzó el centenar. A ellos hay que sumar los que se desplazaron por sus propios medios o en AVE, que también fueron numerosos. Entre los manifestantes, se pudieron ver grupos de Baena, Priego, Rute, Castro, Adamuz, Montemayor o Bujalance y a los responsables de Asaja, Rafael Navas; UPA, Miguel Cobos; COAG, Carmen Quintero, y Cooperativas Agroalimentarias, Rafael Sánchez de Puerta.

Entre las reivindicaciones de los agricultores, la fundamental es que se garanticen unos precios justos para el aceite de oliva y que se permitan mecanismos de regulación, como el almacenamiento privado, que eviten oscilaciones excesivas de precios que perjudican a los productores en unos casos y a los consumidores en otros. Los olivareros se quejan de que los bajos precios que se pagan ahora en origen están obligando a los agricultores a producir a pérdidas. A esta situación se ha unido el anuncio de Donald Trump de imponer aranceles a éste y otros artículos españoles que pondrán en riesgo el mantenimiento de muchas explotaciones por falta de rentabilidad. Por ello, reclaman también a la UE que diseñe una PAC que combata estas adversidades y asegure el mantenimiento del olivar tradicional y el relevo generacional. Asimismo exigen que se combata legalmente el uso del aceite como producto reclamo y que se establezcan normas de etiquetado que garanticen al consumidor la certeza de la calidad del aceite que adquiere.

A todos estos asuntos se refirió el periodista José Ribagorda, que puso voz al manifiesto colectivo en el que se señalaba que «cuando la situación es insostenible no queda más remedio que mostrar el descontento con acciones como esta» y defendió que gracias a los agricultores los pueblos están vivos, «sois primordiales para evitar el despoblamiento», aseguró. Por eso y por el peso económico que supone el sector, indicó que «no podemos dejarlo caer», porque además, «ofrecemos un producto de calidad inigualable y es necesario tener unos precios justos para que siga vivo», apostilló.

Un agricultor esgrime una lata de aceite de oliva. SÁNCHES MORENO

El manifiesto reclamaba la implicación y colaboración de todas las administraciones para analizar la situación y poner herramientas que resuelvan el conflicto. Estas herramientas son entre otras, mecanismos de regulación de precios, apoyar a los olivares tradicionales, establecer normas claras de etiquetado, evitar la banalización del aceite como producto reclamo y evitar la venta a pérdidas. Además, añadió que «en el conjunto de la UE nos estamos olvidando de tener redes de seguridad efectivas y necesitamos revisar la estrategia. Los mecanismos que están en vigor han demostrado que no funcionan y por tanto es necesario adaptarlos teniendo en cuenta la evolución de los costes de producción del sector-». Los agricultores creen necesario un sector rentable «para que los jóvenes se queden en los pueblos olivareros».

La organizaciones convocantes defendieron la unidad de acción ante esta situación que se ha visto agravada por el aviso de los aranceles de Trump. Por ello, piden un mayor compromiso real tanto del Gobierno español como de la Unión Europea. Cargaron las tintas los agricultores especialmente sobre los aranceles que quiere imponer Estados Unidos, planteando la injusticia que supone que los problemas generados por el sector aeoronáutico los tengan que pagar los agricultores españoles, dejándolos en franca desventaja respecto a otros países competidores, que también exportan otros productos a América y que sin embargo no se verán afectados, lo que responde, a que Trum «quiere machacar a Europa y juega el divide y vencerá», algo que, aseguraron, no va a lograr.

Un olivarero reclama ayuda con un cartel. FORO SÁNCHEZ MORENO

COOPERATIVAS AGROALIMENTARIAS

El presidente de Cooperativas Agroalimentarias, Rafael Sánchez de Puerta, señaló que «si ya había causas más que justificadas por la caída de los precios y la falta de medidas para poder solucionarlo, para colmo ha caído como un jarro de agua fría lo de los aranceles». Ese asunto, dice, «nos va a suponer una bajada importante en nuestra salida de aceite y se va a sumar a la crisis de los precios. Por lo que la situación es tremendamente alarmante». Y además, señala, «Europa ha puesto en evidencia el mercado único, porque la situación en la que han quedado los países es distinta, siendo España la gran perjudicada, sin ser receptivas a las demandas del sector español».

ASAJA

El secretario general de Asaja Córdoba, Rafael Navas, valoró que el alto grado de movilización conseguido se debe a que «estamos en un momento muy difícil, por la situación del clima que no llueve, los precios que no remontan, y lo último ha sido el tema de los aranceles de Estados Unidos, lo que hace que aparte de una pérdida de competitividad con terceros paises, además se ha generado que se ha roto la unidad de mercado». Entonces, señala, que lo que «pedimos al Gobierno central es que se esfuerce y de la talla y que luche para conseguir esa igualdad de oportunidades en el mercado y sobre todo de cara a los Estados Unidos».

UPA

El secretario general de UPA Andalucía, Miguel Cobos, señalaba que la protesta «ha sido un éxito porque las organizaciones hemos puesto mucho empeño en que así fuera». Cobos señala que cuando «el sector se mueve así, es porque el problema es real y nadie se puede quedar atrás». «El sector está sufriendo unos precios irrisorios y la tendencia sigue, cuando tenemos una previsiones de cosecha un 40% menor que el año pasado». La culpa de todo esto, señala, está en los «especuladores industriales y grupos de distribución que les interesa tener un precio barato para luego venderlo caro fuera».

COAG

La secretaria provincial de COAG, Carmen Quintero se mostraba también contenta con la respuesta de los agricultores, «hay provincias, donde se han quedado sin autobuses», porque la ocasión lo requería, apuntaba Quintero, que recordaba que lo insostenible de la situación, «porque tenemos que seguir luchando por unos precios justos, queremos que se aplique el almacenamiento privado del aceite de oliva y queremos que se actualicen estas normas y queremos, en definitiva, que los políticos españoles estén a la altura de las necesidades de un sector que es fundamental».