Hace tiempo que las adopciones internacionales se mantienen bajo mínimos. El cambio de normativa establecido en la mayoría de los países de origen, sumado al cambio de la realidad social de países como China, donde desde hace unos años se ha flexibilizado la política de segundo hijo reduciendo de forma importante los abandonos, ha dado un vuelco a la situación, restringiendo sustancialmente el número de menores que llegan de fuera para ser adoptados por familias cordobesas. Los largos periodos de espera (de siete a diez años) que llegaron a ser tónica habitual en toda adopción, llevó a la administración, según las fuentes consultadas, a ser realistas al respecto y a los padres a abandonar esta vía.

De esta forma, la adopción nacional, que antes era residual, ha pasado a encabezar la actividad en el campo de las adopciones. En el 2017, según la Delegación de Salud e Igualdad y Políticas Sociales, se tramitaron 28 solicitudes de adopción, además de cuatro expedientes trasladados de otras provincias por asignación de menor en esta provincia. En lo que va de año, ya se han recibido seis solicitudes más de adopción nacional.

Por contra, el año pasado solo cuatro familias solicitaron una adopción internacional, de las cuales tres han sido derivadas para su valoración de idoneidad y están en estudio. En el mismo periodo, se formalizaron únicamente cinco adopciones de menores extranjeros en la provincia. De momento, la Junta no ha recibido ninguna solicitud más en el 2018. En cuanto a niños susceptibles de ser adoptados, a finales del 2017, había en Córdoba 41 menores en guarda con fines de adopción de los que se constituyeron seis. A esas hay que sumar cuatro que dictaron desde los juzgados de Córdoba.

Durante años, China fue uno de los países de donde llegaron más niños adoptados. Eso ha cambiado desde el 2012, según fuentes de la Asociación para el Cuidado de la Infancia, año en el que cambió la normativa vigente. Desde hace tres años no es posible la adopción de niños sanos, a excepción de los que estuvieran pendientes de asignación. La alternativa es la adopción a través del llamado Pasaje Verde, un procedimiento puesto en marcha «para buscar familias dispuestas a adoptar a niños chinos con necesidades especiales». En este caso, se trata de un proceso más personalizado que exigen un estudio detallado de cada caso, ya que son menores que requieren en algunos casos tratamientos médicos y precisan familias que puedan cubrir todas sus necesidades. El tiempo de espera para estos casos varía en función de la patología que presenten los menores, pero puede estar de media en torno a un año. La edad máxima de los solicitantes del Pasaje Verde es de 55 años y se permiten además solicitudes de familias monoparentales, siempre que se ofrezcan para menores de considerados de special focus, los que llevan a la espera de adopción durante más de 2 meses.