Adolfo García-Sastre, catedrático de Medicina y Microbiología español, es codirector del Global Health and Emerging Pathogens Institute y del Icahn School of Medicine at Mount Sinai en Nueva York, y uno de los científicos que están trabajando en la búsqueda de una vacuna contra el coronavirus. Este sábado, ha sido el encargado de clausurar desde la Gran Manzana el primer Congreso Virtual Internacional sobre covid-19, que ha sido organizado por la empresa cordobesa Emiral Congress.

-El covid19 se originó en China en diciembre del 2019, en enero empezaba allí el confinamiento y el 11 de marzo, la OMS declaraba la pandemia. Ya hay 5,6 millones de casos confirmados y más de 358.000 muertos. ¿El mundo subestimó el coronavirus o las cifras entran dentro de lo previsible?

-Las dos cosas, cuando nos damos cuenta de lo que está causando el virus en nuestro propio país, ya sea Italia, España, Inglaterra, Estados Unidos, Brasil, es demasiado tarde para frenarlo sin que haya una gran acumulación de casos severos en muy poco tiempo. Sin embargo, las cifras entran dentro de lo previsible. La gripe mata al año alrededor de medio millón de personas. Por desgracia, es fácil que el coronavirus mate al menos a tres veces más de personas en el mundo, y esas eran las previsiones más optimistas de muchos científicos. Todavía nos queda bastante para lidiar con el coronavirus.

-Usted dijo en marzo que sería como un año de mala gripe. ¿Diría ahora lo mismo?

-Esto mismo que está ocurriendo con el coronavirus puede ocurrir con la gripe, a no ser que se la pare por incremento de vacunación. Cuando viene una cepa nueva de virus de la gripe, normalmente no causa muchos más problemas que las anteriores, pero ha habido años y habrá años en que el virus de la gripe cause tantos problemas como este virus, a no ser que se movilice de un modo rápido la vacuna necesaria para la nueva cepa.

-También alertó del peligro de politizar la gestión del virus. ¿Qué ha sido más pernicioso en su opinión, el virus o cómo se ha gestionado la crisis sanitaria?

-El virus es el culpable, no hay que perder de vista esto. No creo que haya nadie en el mundo que deliberadamente haya querido hacer daño por las gestiones que se han puesto (o que no se han puesto) para intentar minimizar su impacto. Se han cometido errores, pero no creo que hayan sido intencionados. Lo que para mí es una pena es que en lugar de unirnos todos contra el virus para hacer lo posible para pararlo juntos, nos estemos echando culpas los unos a los otros, un partido político a otro, un país a otro. Este debería haber sido un momento de solidaridad. La pandemia ha dejado claro que el mundo no está preparado para afrontar un problema mundial común.

-Ahora que se puede analizar con algo de perspectiva, ¿cree que el confinamiento tan prolongado y estricto era una medida necesaria? ¿Se podría haber aislado solo a la población de riesgo?

-Ha sido crucial. Se podría haber evitado el confinarse si se hubiesen hecho test de diagnóstico en grandes cantidades cuando se creía que todavía no había casos para detectar focos locales de contagio y pararlos por aislamiento local. Una vez que el nivel de contagios se extendió de la manera que lo hizo, la única solución para pararlo fue el confinamiento. Casi todos los casos que hubo durante el confinamiento fueron causados por infecciones que ya venían de antes del confinamiento. El que haya solo un 5% de inmunizados por causa natural en España quiere decir que funcionó el confinamiento. Sin él, probablemente habría cerca del 50% de inmunizados, y aunque eso significaría que ya estaríamos cerca de la inmunidad de rebaño, habría habido 10 veces más de muertos. Por otro lado, es imposible aislar solo a los colectivos de riesgo. La mayor parte de esos colectivos necesitan atención, y por tanto no se pueden aislar totalmente. Hay que tener más precaución con los grupos de riesgo en cuestión de número de contactos con gente, pero aislar únicamente a los grupos de riesgo no lograría parar los contagios del modo en que se han parado por el confinamiento.

-Países como Corea del Sur optaron por hacer test masivos a la población y les funcionó, aunque haya habido rebrotes. ¿Realizar test de forma generalizada habría sido más efectivo?

-Sí, pero solo cuando los contagios eran aún locales y esporádicos. Una vez que el virus ya se ha extendido por todo el país, lo único que funciona es el confinamiento.

-Solo el 5% de los españoles son inmunes. ¿Qué porcentaje de la población que ha pasado la enfermedad es inmune después?

-No tenemos todavía suficiente información, pero los datos disponibles apuntan a que la mayoría de infectados, tanto con enfermedad severa como asintomáticos, desarrollan inmunidad.

-¿Usar mascarilla es necesario y efectivo? ¿Cuándo cree que volveremos a salir sin ella?

-Es probable que el llevar mascarilla no prevenga el ser contagiado, pero también es muy probable que llevar la mascarilla reduzca la posibilidad de contagiar. Un infectado asintomático sin mascarilla es más contagioso que uno con mascarilla.

-Usted trabaja en la búsqueda de una vacuna. ¿Para cuándo calcula que esté y quiénes tendrán que vacunarse?

-Creo (o espero) que habrá vacunas a principios del 2021. Espero que nos podamos vacunar todos. Pero los primeros que deberían vacunarse son los grupos de riesgo, las personas en contacto con grupos de riesgo, y los trabajadores más expuestos a ser contagiados, como el personal sanitario que cuida a los enfermos. El siguiente grupo deberían ser los niños que van a la escuela para evitar contagios allí si es que ya están abiertas o para poder abrir los colegios.

-¿Es cierto que el calor reduce los contagios?

-Es cierto que la mayor parte de los virus respiratorios que conocemos y, sobre todo, los que tienen una envoltura de lípidos, como el coronavirus, se propagan con más facilidad en invierno. También afecta que en verano las escuelas están cerradas por más tiempo que en invierno. El verano va a ayudar a disminuir el número de contagios, pero no los va a evitar del todo, así que es importante el distanciamiento incluso ahora con el calor.

-¿Podrán los niños volver a las aulas en septiembre? ¿Con qué medidas de seguridad?

-Este es uno de los temas más difíciles. En mi opinión, solo se pueden abrir las escuelas si se realizan test de diagnóstico frecuentes de modo que a la primera detección de un caso, se aísle. Habría que diagnosticar diariamente a los compañeros de ese aula y al cabo de una semana, volver a permitir las clases en esa aula con los que hayan dado negativo mientras los positivos se aíslan hasta que sean negativos en la presencia de virus infecciosos.

-¿Cuándo será posible la celebración de eventos de masas como festivales, conciertos o manifestaciones sin riesgo para los asistentes?

-Tendremos que esperar, estar seguros de que haya muy pocos casos de infectados.

-A más del 85% de los pacientes hospitalizados con covid-19 en España se les administró la polémica hidroxicloroquina, el fármaco que usa Trump. ¿Sirve de algo?

-Es probable que no. Sí es verdad que reduce la replicación del virus en el laboratorio. Pero la mayor parte de la evidencia indica que no tiene impacto en la enfermedad. Posiblemente, se necesita una droga que reduzca más la replicación que la hidroxicloroquina. Además, puede causar efectos adversos en ciertos pacientes, sobre todo, aquellos con problemas cardiovasculares.

-¿Qué conclusiones cree que deberían sacar los gobiernos de esta pandemia?

-Necesitamos estar mejor preparados para otro caso como este. Debería haber más coordinación, más personal y más capacidad hospitalaria, así como más capacidad de producir nuevos test de diagnóstico y de utilizarlos. El tener preparadas vacunas para agentes que causan enfermedades que saltan de animales a humanos, y antivirales y antibióticos de ancho espectro. Para eso se necesita invertir en investigación, formación y mantenimiento de investigadores.