El 80% de los menores que pasan por centros de internamiento juvenil de infractores de Córdoba por haber cometido algún tipo de delito logran reinsertarse y no vuelven a delinquir. Esta es una de las conclusiones positivas de la visita que realizó ayer el director de Justicia Juvenil y Cooperación, Francisco Ontiveros, junto con la delegada de Justicia de la Junta de Andalucía en Córdoba, Purificación Joyera, a los Centros de Internamiento de Menores Infractores (CIMI) Sierra Morena y Medina Azahara.

En opinión de Francisco Ontiveros, «el papel fundamental de estos centros es la reinserción. Darle al menor oportunidades para su futuro es la finalidad del sistema de Justicia Juvenil. La sociedad no es consciente muchas veces de esa finalidad que guía a la Justicia Juvenil».

En esta línea de facilitar la reinserción, el director de Justicia Juvenil anunció que se están buscando «fórmulas para reajustar el número de plazas para que el menor pueda cumplir el tiempo de internamiento en su provincia de origen» y así tener cerca a su familia, porque «facilitar que todos los menores cumplan las medidas impuestas por los jueces de Menores en las provincias en las que residen supone poder trabajar con las familias y tener esa cercanía es fundamental».

En concreto, afirmó que las plazas que existen en Granada y Málaga son insuficientes para medios cerrados y que hay que incrementar su número y también las de carácter terapéutico. Los dos centros de internamiento de Córdoba reciben bastantes menores de Málaga y Granada. En el caso de Córdoba, el 80% de los menores que cumplen una medida de internamiento lo hace en la provincia.

El objetivo de esta visita fue «conocer ambos centros para tener presentes sus necesidades y a partir de este momento saber cómo mejoralos», afirmó Francisco Ontiveros. En la provincia de Córdoba existen en total siete centros, cinco de los cuales son de medio abierto y dos de ellos de internamiento, Sierra Morena y Medina Azahara, ambos ubicados en la carretera de Palma y gestionados por las asociaciones Meridiana y Diagrama, respectivamente.

En ellos, con capacidad para 48 y 70 plazas, respectivamente, se atendieron durante el año pasado a 109 menores, la mayoría de ellos en régimen semiabierto, seguido por los de régimen abierto y fines de semana y finalizando con régimen cerrado. En el 2018 solo hubo una medida judicial de este tipo en Córdoba.

Para el subdirector del CIMI Sierra Morena, Javier Borque, «estos centros son en la actualidad centros educativos para reinsertar a través de la educación, de la formación y del empleo. La educación es la base de la reinserción y los chicos no vuelven a tener un problema con la justicia, siendo nuestro nivel de reinserción muy elevado, el 80%».

Según este responsable, no todos los centros de menores utilizan los mismos métodos e insistió en que en Sierra Morena «nos gusta mucho innovar, le damos mucha importancia a la educación y les concedemos un plus de calidad a los talleres». El CIMI Sierra Morena cuenta con los talleres de artes gráficas, repostería, horticultura, jardinería y peluquería. Este último cuenta con la acreditación para obtener el título de FP de auxiliar de peluquería y, precisamente, ayer fueron entregados los diplomas a varios jóvenes que habían superado estos estudios.

La mayor parte de los jóvenes están internados por haber cometido delitos contra la propiedad (hurtos y robos), seguidos de violencia filio parental, algo que va en aumento especialmente entre las mujeres, apuntó Borque.