Las cifras no mienten y con un escenario en cierta forma optimista, con una previsión de jubilación a los 63 años de los funcionarios y a los 65 del personal laboral (y suponiendo que no exista ninguna defunción ni incapacidad que se tenga que lamentar, lo que estadísticamente resulta imposible) el próximo 2017 se jubilarán 43 trabajadores municipales, dando un salto respecto a la veintena anual que se venía registrando. Lo peor es que comienzan unos años en donde las jubilaciones oscilarán entre las 46 del 2019 y las 86 del 2024, cuando dejen la actividad casi el 5% de la plantilla de golpe. En total, de los 1.743 trabajadores actuales 638 se jubilarán en los próximos 9 años, el 36,5% del total. Así, si el 2017 la plantilla perderá el 2,46% de efectivos por jubilación, en años sucesivos el porcentaje estará en el 2,97%, 2,63%, 3,38%, 4%, 4,52%, 4,35% y 4,92% hasta llegar al 4,41% en el 2025.

Para colmo, tampoco se viene de una buena situación, ya que en los últimos 6 años de parálisis en cubrir puestos las jubilaciones y bajas por defunción e incapacidad han sido 241.