Antonio Cano, uno de los hijos de los fundadores de la empresa, habló de los cincuenta años de «trabajo, de esfuerzo, compromiso y seriedad inculcados por nuestro padre». Fruto de ese trabajo, cuentan actualmente con tres empresas familiares: Canoliva, San Francisco y Antonio Cano e hijos. «Entre las tres contamos con 120 personas trabajando y una facturación aproximada de 110 millones de euros, de los cuales el 60% corresponden al mercado exterior». Actualmente, está inmersa en la empresa la tercera generación. Cano quiso agradecer el esfuerzo y la implicación de los trabajadores y dio un reconocimiento a los empleados más antiguos y a la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agronómos de Córdoba: «Ellos celebran también su 50 aniversario y creemos que tiene un papel fundamental por la formación de ingenieros agrónomos y por las sinergias que hacen con empresas para investigación».

Felisa Cañete, alcaldesa de Luque, destacó que «la fundación de Antonio Cano hace 50 años supuso para Luque una transformación del modelo económico y social, la generación de empleo de calidad, la dinamización del tejido productivo y proyectar nuestro municipio y nuestro aceite de oliva virgen extra a nivel nacional e internacional». Subrayó que «es una satisfacción reunirse para conmemorar algo más que una empresa cumpla 50 años, ya que lo que hoy se evidencia es la importancia de las empresas y de los emprendedores».