Alrededor de 40.000 cazadores participarán en la nueva temporada cinegética que se inició la semana pasada para las especies de caza menor y que comienza hoy para las de la caza mayor. La bajada de las temperaturas y las lluvias han dejado la mayoría de cotos en un buen estado para la práctica, por lo que el nuevo ejercicio estará marcado por la emergencia cinegética del jabalí, ante la numerosa población existente en toda la provincia y otros lugares de Andalucía; el mantenimiento de las medidas excepcionales para frenar el crecimiento del número de ejemplares de conejos en algunos municipios y las consecuencias provocadas por la expansión de la mixomatosis en la liebre, cuando no era habitual en esta especie. Desde la Delegación Provincial de Medio Ambiente, pero también desde la Federación Andaluza de Caza y Asaja se destaca que existe una gran diferencia entre la situación de la caza mayor y la caza menor. En el primer caso, tras la crisis económica se observa una recuperación de la actividad en la provincia, a lo que hay que unir la mejora del precio de la carne de caza. Sucede todo lo contrario en la caza menor, que se está viendo afectada por la importante reducción de la población en especies como la tórtola, la codorniz, el zorzal o la perdiz, a lo que se ha unido el problema de la mixomatosis en la liebre. La temporada de caza mayor se extiende entre el 13 de octubre y el 10 de febrero para el ciervo, gamo, muflón y jabalí, mientras que irá del 1 de marzo al 15 de abril en el corzo y del 13 de octubre y al 28 de abril a la cabra montés. En el caso de la caza menor, el periodo hábil del conejo irá en el periodo general del 12 de agosto al 25 de noviembre y el general para la mayoría de especies del 7 de octubre al 30 de diciembre. En el caso de la perdiz roja con reclamo, irá del 18 de enero al 28 de febrero en el grupo 1 y del 31 de enero al 13 de marzo en el grupo 2.

En la provincia están en vigor 38.528 licencias de caza, a las que hay que unir 174 de rehalas y 28 de cetrería. La caza se practica en 1.457 cotos que se extienden por 1.134.544 hectáreas, lo que supone el 90% de la superficie de la provincia. La mayor parte de los cotos son de caza menor (1.183 cotos y 833.809 hectáreas) y 274 de caza mayor (300.735 hectáreas). La Junta autorizó la pasada campaña 492 actividades cinegéticas, de las que 229 fueron monterías mixtas; se celebraron 138 batidas de jabalíes, 88 ganchos mixtos, 31 monterías, 3 batidas de gestión y 3 ganchos de machos. Asimismo, se contrataron 23.276 puestos y hubo 5.567 rehalas. La especie de caza mayor que más se abatió fue el ciervo, con 13.519 ejemplares, seguida del jabalí (6.830), el gamo (1.080) y el muflón (828). Junto a las cacerías autorizadas hay que unir también las que se denegaron, que fueron 41; las que se suspendieron a petición del solicitante (46) y las condicionadas (3). Asimismo, la Consejería de Medio Ambiente gestionó tres cotos de caza públicos (Las Monteras, Cabeza Aguda y Alcornocosas), en las que se celebraron 6 monterías. En estas seis actividades hubo 310 puestos y 180 rehalas y se derribaron 295 ciervos, 156 jabalíes y 189 muflones.