La ansiedad se ha convertido en los últimos años en un motivo recurrente de consulta al médico de familia en los centros de salud, acentuado por la crisis económica y por los momentos de incertidumbre laboral y social. El psicólogo clínico del hospital Reina Sofía y coordinador de la Unidad de Salud Mental Comunitaria de Palma del Río (dependiente del hospital cordobés), Ginés López, y el médico de familia Adolfo Gago, del centro de salud Occidente-Azahara, coinciden en que hasta un 25% del total de las consultas de Atención Primaria están relacionadas con la ansiedad.

Ginés López y Adolfo Gago señalan que «no hay un paciente tipo que presente más ansiedad, ya que la misma se puede presentar a cualquier edad, incluso en la infancia y adolescencia, aunque se detecta más en personas adultas, que tienen responsabilidades familiares, laborales o cuya situación socioeconómica se ha vuelto precaria». Por sexos, «la ansiedad es el doble de frecuente en las mujeres».

«El trabajo puede generar estrés con los compañeros o con los jefes y también el hecho de carecer de empleo puede causar ansiedad porque no puedes hacer frente a pagos ni gozar de una autonomía económica», expone Ginés López.

Adolfo Gago resalta que «en los últimos tiempos acuden a mi consulta chicas y chicos muy jóvenes (de entre 16 y 18 años), solos o acompañados por sus padres dependiendo de la edad, que reflejan ansiedad debido a que tienen que enfrentarse a un examen, a mucha carga de estudios y se sienten muy preocupados por su futuro».

LA SITUACIÓN / «Los pacientes llegan a la consulta y empiezan a referir que sienten mucha ansiedad y enumeran algunos de los síntomas que se asocian a esta emoción. Algunos señalan que padecen dolor torácico, muscular o que apenas pueden respirar, que se les entrecorta la respiración. También habrá quienes expongan que padecen molestias digestivas, alteraciones del sueño, cefaleas o palpitaciones, que son manifestaciones físicas de la ansiedad que ayudan a que podamos hacer un diagnóstico de lo que les pasa. Además, pueden sentirse tristes, porque muchos de los que están en esta situación piensan que en el futuro las cosas van a ir a peor», indica Ginés López.

«Cuando una persona siente ansiedad de forma continuada debe consultarlo con su médico de familia para descartar que la misma pueda estar relacionada con enfermedades como la diabetes o un problema tiroideo, al margen de que puedan tener otros condicionantes como son los problemas laborales, familiares o de salud, añade López

Adolfo Gago precisa que «aunque aparentemente el paciente que llega a la consulta parece solo estresado hay que descartar mediante la entrevista clínica que puede haber algún problema biológico o social que cause los síntomas que refiere y que se vinculan con la ansiedad».

CREAR VÍNCULO / «En este sentido, es muy importante saber escuchar y empatizar con el paciente, de forma que en el momento que se concluye que existe ansiedad hay que abordar este trastorno con el afectado y con su entorno, enseñándolo a tolerar la ansiedad y hacerle frente, no prescribirle medicación en la primera consulta si a lo mejor la situación se puede resolver intentando motivarlo para que comprenda que lo que le pasa es una situación normal que se puede abordar. O se le puede prescribir un tratamiento supervisado, consistente en psicoterapia, acompañado o no de medicación, para reducir los niveles de ansiedad y de tensión, o también derivarlo a Salud Mental si se estima necesario», recalca el doctor Gago.