La consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Carmen Ortiz, destacó ayer en la inauguración de la cata el esfuerzo que realiza el sector vitivinícola andaluz por estar al día y mejorar las industrias y explotaciones. Un camino en el que, según Ortiz, «cuentan con todo el apoyo de la Junta de Andalucía para seguir avanzando» que el año pasado se materializó en la concesión de ayudas por cerca de 14,6 millones de euros para diversas actuaciones.

En concreto, según la información facilitada, la Junta destinó casi medio millón de euros a la promoción de productos agroalimentarios amparados por un régimen de calidad, más de 7 millones para la transformación y comercialización de productos, más de 3 millones a reestructuración y reconversión de viñedo, casi 2,4 millones a la promoción de vino en mercados extranjeros y 1,5 millones a funcionamiento de grupos operativos de la Asociación Europea de Innovación.

En la inauguración de la cita, la consejera hizo hincapié en las singularidades que proporciona la variedad Pedro Ximénez al vino cordobés, que «son muy apreciadas por los enólogos, sumilleres y consumidores» y recalcó que los vinos y vinagres elaborados con esta uva «están cobrando un especial interés para la gastronomía cordobesa y andaluza». Prueba de ello es que los productos de la Denominación de Origen Montilla-Moriles han aumentado sus ventas un 3% en el mercado nacional hasta los 36 millones de euros. En total, se comercializaron más de 179.000 hectolitros de vino valorados en 40 millones de euros. La provincia cuenta con unos 3.000 viticultores y supera las 6.000 hectáreas de viñedo destinadas al 100% a la elaboración de vinos blancos y tintos en un total de 110 industrias del sector.