En España hay más de un millón doscientas mil mujeres mayores de 65 años que viven solas en España. De ellas, más de 10.000 son cordobesas que residen solas en la capital, según los datos que maneja el Ayuntamiento de Córdoba. La soledad en la vejez es un tema recurrente que vuelve a la actualidad cada vez que ocurren sucesos trágicos como los que han tenido lugar en los últimos días, cuando dos ancianos, una mujer y un hombre, que vivían solos han sido localizados sin vida en sus casas por los bomberos.

El mapa de la soledad de Córdoba, ya sea deseada o no, tiene puntos rojos. En total, hay 13.052 mayores de 65 años, de los que 10.175 son mujeres y el 20% restante, hombres. Por distritos, la zona Centro es la que aglutina al mayor número de hogares unipersonales de hombres y mujeres mayores de 65 años, más de 2.400 de los cuales 1.883 están compuestos por mujeres. En Poniente Sur, existen 2.279 hogares de estas características, de los cuales solo 476 están habitados por un hombre frente a 1.803 de mujeres. Levante es el tercer distrito con más casos, según el padrón, con 2.115 en el que la proporción se repite, el 80% son hogares de mujeres. Por contra, la zona de Santa Cruz, Cerro Muriano y Alcolea son las que concentran menos hogares de este tipo.

La mayor esperanza de vida de ellas, que en España alcanza los 85,7 años frente a los 80,3 de los hombres, explica una realidad que no ha dejado de crecer y que mantiene alerta a todas las administraciones, ya que las proyecciones para las próximas décadas indican que la tendencia mantendrá su ritmo ascendente. La mayor esperanza de vida explica además que, según el Instituto Nacional de Estadística, el estado civil del 80% de las mujeres mayores que viven solas en Córdoba es de viudedad. Sin embargo, la soledad no siempre es un problema, sobre todo, para las mujeres, que se reconocen como más preparadas para afrontar esta etapa de la vida sin compañía. «Los hombres mayores de nuestra generación están acostumbrados a vivir con una mujer y cuando se quedan viudos no aguantan solos y enseguida buscan pareja o se mueren», afirma Francisca L., viuda de 78 años y usuaria de un centro de mayores de Córdoba, «nosotras nos arreglamos mejor, estamos acostumbradas a cocinar, a organizar la casa, y cuando nos falta el marido no nos hace falta pareja porque no dejamos de hacer cosas juntas».

El mayor temor al que se enfrentan es a los problemas de salud que conlleva la vejez. «Mientras te puedes valer por ti misma, no hay problema, por eso es bueno hacer gimnasia y venir al baile», comenta Carmina F., viuda desde hace veinte años, que a sus 73 años, tras media vida como docente, confiesa estar siempre dispuesta a salir de viaje «con el Imserso o con lo que haga falta». Aunque no lo admiten abiertamente, temen que una caída o un mal golpe les acarree algún problema que les reduzca la movilidad. Es el caso de Gloria, soltera, que lleva 5 años moviéndose gracias a un andador. «Cuando las piernas fallan y no puedes salir, te das cuenta de lo sola que estás, yo no he sido consciente hasta ahora», explica.