Estos descensos de la natalidad y el retraso en la primera maternidad tiene como consecuencia que la población esté envejeciendo. Según IPF, 1 de cada 5 españoles es mayor de 65 años (18,5%). Desde 1981, la población mayor se ha duplicado y la población juvenil se ha reducido la cuarta parte. Según este instituto, se han perdido 2,6 millones de jóvenes y la esperanza de vida al nacer ya es de 83 años.