Cuando apenas quedan cuatro días para que se celebre la Super Bowl (el próximo domingo, 4 de febrero), el interés por estar presente en la retransmisión, y tener 'medio minuto' de gloria audiovisual, se ha disparado a cifras desorbitantes: el precio del espot televisivo de 30 segundos que se emita durante la 52ª gran final de la NFL ya está en los seis millones de dólares.

"Si quieres llegar a mucha gente, la única forma en que puedes hacerlo es a través del Super Bowl, porque tiene la combinación de una gran audiencia y un grupo de personas que quieren ver la publicidad. Por eso es tan costoso el poder colocar un anuncio comercial en el mayor evento deportivo del año en EEUU", ha explicado Tim Calkins, profesor de mercadotecnia de Kellogg School of Management.

El esperado partido, en el que se enfrentan los Patriots de Nueva Inglaterra y los Eagles de Filadelfia, se disputará en el el US Bank Stadiumn de Minneapolis, escenario en el que habitualmente juegan los Vikings de Minnesota.

El año pasado la Super Bowl tuvo una audiencia media de 111 millones de personas, cifra que elevó esta retransmisión a la quinta más vista en la historia de la televisión de EEUU. En comparación, el evento televisivo más grande del año pasado fue la ceremonia de los Premios Oscar que, de acuerdo con los datos de audiometría, fue visto por 33 millones de espectadores.

El espectáculo musical que se ofrece en la media parte de la Super Bowl también se ha convertido en el segmento más visto de la final deportiva, y de ahí también el interés de las empresas de publicidad por colocar ahí sus espots.

AVISO A TIMBERLAKE

Precisamente este año, el artista responsable de actuar será el cantante estadounidense Justin Timberlake. Eso sí, los encargados de la producción de la retransmisión le ha recordado a Timberlake que debe ofrecer un espectáculo "que puedan ver los menores de edad". En una misiva del Consejo Televisivo de Padres de Familia, esta organización espera que no se repita lo ocurrido en el 2004, cuando Timberlake retiró parte del vestuario de la cantante Janet Jackson dejando expuesta parte del pecho de la artista estadounidense.

El famoso 'pezongate' hizo que la cadena de televisión CBS, responsable de la trasmisión, tuviera que pagar una multa de 550.000 dólares a la Comisión Federal de Comunicación (FCC), que posteriormente fue anulada.

Por su parte, Timberlake ha asegurado que "eso no ocurrirá esta vez", aunque no ha soltado prenda sobre el contenido del espectáculo musical que va a protagonizar.

Lo que sí ha conseguido ya Timberlake es convertirse en el artista con más participaciones en el 'show' del intermedio de la Super Bowl: la del domingo, será la tercera, después de actuar también en la edición 35ª (2001), que se disputó en Tampa (Florida), junto con N'Sync, el grupo con el que saltó a la fama.