Aunque era la triunfita María y su Muérdeme el corazón la que partía como favorita para representar este año a RTVE en el festival de Eurovisión, y en la gala que TVE celebró el domingo para seleccionar entre las 10 finalistas la canción que iría ya despuntaba Nadie se salva, del dúo formado por la ocasión por los exconcursantes de OT 2018 Miki y Natalia, ha sido la alegre, festiva y bailable La venda la elegida por los telespectadores, con lo que será Miki quien viajará a Israel. Una noticia que el tarraconense recibía con cara de sorpresa, mientras que se intuía el alivio en las de sus compañeras, a las que parecía no hacerles ilusión ir. Al menos no tanta como a Famous, ganador de OT y a Noelia.

Un rechazo que en las redes se quiso evidenciar con un vídeo en el que las chicas parecían animar a que la gente votase al catalán. «No fue así. A María se le cayó la maleta y dijo, como en la canción: La venda se cayó y Natalia le siguió. Y se sacó de contexto. Son unas profesionales y defenderían su canción», dice, zanjando la polémica. Aunque está acostumbrado a ellas: «Cuando salimos de OT, vimos tanta malinterpretación, que decidimos relajarnos».

La otra polémica a la que se deberá enfrentar, como ya le pasó a Alfred, el triunfito que fue a Eurovisión el año pasado junto a Amaia, es al hecho de ser catalán. «Estoy preparado para que me pregunten por el procés y lo que quieran, pero yo voy a representar a España en Eurovisión, que es un festival de música, y punto». Y añade: «Los internautas son más inteligentes. Lo único que se hace es meter el dedo en la llaga. ¿Cómo se va a politizar algo musical? ¡La música une!». No obstante, reconoce que ya ha recibido críticas: «Las que no sean constructivas, insultándome o deseándome la muerte, que hay unas cuantas, las obviaré», asegura. Tampoco ve por qué debe sentirse extraño diciendo frases en andaluz en La venda: «¡Si toda mi familia es andaluza...!».

Nada logra ensombrecer la alegría que siente por ir a Eurovisión. «Voy a desarrollar mis dos pasiones: cantar y viajar». Por eso, ayer se levantó pensando: «Disfruta, aprende y empápate de la experiencia», que es el consejo que le dio Alfred cuando le pasó el testigo. A disfrutar ya empezó cuando Adrià Salas, componente de La Pegatina, le compuso esa canción que le va a la medida. «No es tan charanga, como dicen algunos. Ni rumba catalana. Han encontrado el equilibrio entre un punto de elegancia y diversión», asegura. «Para nosotros, como es una canción estilo Pegatina, ha sido como un reconocimiento», dice Salas.

El cantante, que cuenta con el favor del público (en la gala se llevó un 34% de los votos, y un 14% a compartir con Natalia), sabe que ahora toca trabajar muy duro. Y le apetece. Con la cita eurovisiva en el horizonte, deberá dedicarse a pulir La venda y trabajar la puesta en escena para el festival: «Pensamos en una batucada, pero no es el estilo», dice. Tendrá que aparcar, eso sí, la preparación de su single, para el que había hablado con Nil Moliner y Alfred.

«Yo digo que me gustaría que fuera pop rock melódico con contratiempos. Y que tuviera una balada que sacara al Miki más íntimo», confiesa.

Casi 1,9 millones de espectadores (1.892.000 y un 11,6% de cuota) siguieron la #OTGalaEurovisión en TVE-1. La emisión contó con más de 6,3 millones de seguidores en algún momento de su emisión.