El anuncio de la aprobación de leyes antiaborto en los últimos meses en varios estados de EEUU ha provocado una guerra política, en la que también han entrado asociaciones civiles, actores y actrices y empresas del sector audiovisual como Netflix.

Así, la conocida plataforma digital se sumó este martes a la lucha de varias organizaciones para presentar un recurso contra la ley aprobada recientemente en Georgia, donde el gigante de contenidos audiovisuales produce varias de sus series y películas.

Netflix adelantó ayer en un comunicado que podría plantearse dejar de grabar en ese estado si la legislación antiaborto entra en vigor. «Tenemos a muchas mujeres trabajando en producciones en Georgia cuyos derechos, junto a los de millones de otras mujeres, serán severamente restringidos por esta ley», declaró el jefe de contenidos de la empresa, Ted Sarandos. El sector audiovisual emplea a unas 90.000 personas en Georgia, gracias a las ventajas fiscales que ofrece a los estudios.