Una pareja se excita analizando sintaxis gramaticales mientras hacen el amor, dos vecinos jubilados se hacen amigos después de que uno irrumpa en la casa del otro para afearle que se masturbe con el balcón abierto, unos desconocidos descubren en su primera cita las trolas que se han metido en Tinder… Y así hasta seis situaciones retratadas con naturalismo en las que dos personas se dedican a algo tan sencillo, pero efectivo, como conversar y hacer que afloren las contradicciones que albergan en su interior.

Con estos mimbres, el guionista y realizador Álvaro Carmona (Utrera, Sevilla, 1980) estrenó a finales del 2018 en Flooxer, la plataforma de contenidos audiovisuales de Atresmedia, la serie Gente hablando, media docena de piezas de menos de 10 minutos, y con la primavera ha llegado la cosecha de premios. Tras alzarse a finales de marzo con el galardón a la mejor producción de formato corto del festival Series Manía de Lille (Francia) -uno de los más prestigiosos del género a nivel internacional-, la semana pasada se hizo con otros cuatro trofeos en el festival de contenidos digitales Interplay de Carballo (A Coruña).

HÁBITOS CONTEMPORÁNEOS / El éxito de la serie contrasta con el modesto punto de partida del autor. «Mi intención solo era mostrar la inmensa escala de grises que queda a la vista cuando dos personas se ponen a hablar», afirma el creador de una producción que fue definida por el jurado de Series Manía como «un Black mirror desde el lado tierno».

Más que con evocaciones futuristas, el planteamiento de Carmona tiene que ver con hábitos muy contemporáneos. «En Twitter, igual que en la vida real, se ha impuesto una forma moderna de discutir basada en oír únicamente lo que reafirma nuestros puntos de vista. En Gente hablando, la transgresión consiste en tratar de entender al otro. ¿Qué pasa cuando en una conversación los dos tienen razón?», plantea el realizador.

Aunque es imposible ver Gente hablando sin dejar escapar alguna sonrisa, la serie es la creación de Carmona que menos busca la carcajada. Antiguo guionista y colaborador de Buenafuente, contrastado monologuista y autor de espectáculos de humor como Álvaro Carmona en el Molino, YoSoY y Terrat Pack, la risa ha sido su norte desde que abandonó la universidad poco antes de acabar la carrera de Derecho para dejarse guiar por una intuición. «Siempre me había divertido hacer reír a mis amigos y a menudo escribía textos cómicos, pero ser guionista de humor me parecía el sueño de un flipado. Hasta que decidí probar suerte», explica.

Del acierto de aquella apuesta dan buena prueba su trayectoria y los vídeos musicales que actualmente compone para El Intermedio, en los que pasa por el rap más despiadado a los personajes de la actualidad. El más reciente ha sido el del excomisario José Manuel Villarejo, a quien hizo rimar la semana pasada a ritmo de trap: «Soy un James Bond de garrafón/ quizá por eso ahora estoy en prisión».

Definir a Carmona como guionista y realizador de comedia no es hacerle justicia, pues en realidad es un hombre orquesta del espectáculo que también compone música y es artista gráfico. Estos días anda preparando This is philosophy, un programa divulgativo sobre filosofía en el que ejerce de presentador, y ya le da vueltas a la segunda temporada de Gente hablando. «Me gusta andar en mil fregados a la vez», dice.