Es una León, clan familiar que le está dando grandes alegrías a la ficción española. Y a la mexicana. Porque María León (Sevilla, 1984) también interviene ahora en la serie de Netflix La casa de las flores, donde hace de hermana de su hermano Paco. Aunque lo que le hace especialmente feliz es que Allí abajo (Antena 3) haya estrenado quinta temporada, y que encima tenga tramas con ese toque modernillo que tanto reclamaba.

-Por fin Iñaki y Carmen juntos.

-¡Menos mal! ¡Por favor! ¡Llevaba dos años separada de mi marido! En mi opinión, esta temporada se ha encontrado el tono exacto de la serie. Se ha recortado tiempo, para que la gente respire. Y es algo que ayuda a la comedia. Y, luego, Iñaki y Carmen vuelven a tener la vida de casa y sobreviven a todos los conflictos juntos. Eso es lo bonito. Hacen equipo.

-Y forman una familia moderna.

-Sí. Porque tenían una hija y, de repente, un hijo de otra. Pero el conflicto es cómo mantener la vida con dos niños y una ex en casa. No es con la ex, porque ese es un conflicto antiguo. Hoy en día hay poliamor, parejas que se separan y conviven junto a otras parejas, los niños tienen hermanastros… Estamos en otra época, las generaciones han cambiando y las vidas se hacen de otra manera.

-Es una puesta al día, ¿no?

-Totalmente. Si soy honesta, otro año lo he intentado meter y no lo hemos conseguido (ríe). Pero por fin Iñaki y Carmen se besan, y quieren tener sexo, aunque no pueden porque tienen a los niños que no les dejan dormir y a la vecina le molesta… Tienen problemas típicos de pareja, no de personas mayores, que no les pertenecían. Este año Carmen e Iñaki van a hacer que crezca la hierba.

-Y hay más novedades.

-Sí. Han entrado nuevos personajes. Como el de Paco Tous, que es de pueblo, de la sevillanía más rústica y auténtica. Y que lo hace divinamente. Porque Tous es de los mejores clowns que tenemos en esta país. Y empiezan a liderar la clínica unos chinos que entran rompiendo moldes y quitando a Carmen de en medio.

-Usted recibió un Goya a la mejor actriz revelación con un drama, ‘La voz dormida’, pero ¡cuántas alegrías le está dando la comedia!.

-La verdad es que la comedia tiene que estar en nuestras vidas.

-Y con la que está cayendo...

-No sé ni lo que está cayendo; no quiero ni pensar. Porque hay tal caos, que prefiero reírme; si no, me enfadaría, y enfadada no se hace nada. Pero la situación es para enfadarse.

-Un poco de humor va bien.

-El éxito de esta serie está en que es una comedia familiar. Estamos sedientos de poder relajarnos; de no tener que estar siempre guapos; de no tener que contar en las redes sociales lo bien que nos va la vida, cuando todo está patas abajo. Y ver en la pantalla a gente normal que se ríe de sí misma, de sus costumbres, disfrutando de ser lo que son... Eso hace que la gente tenga ganas de ver la serie. El país tiene ganas de sentirse identificado con algo. Y en España siempre ha habido buena comedia, porque somos disfrutones. Debemos estar orgullosos de nuestro carácter.

-Tampoco somos tan diferentes…

-Cuando nos juntamos el mundo vasco y el andaluz, es precioso ver cómo nos queremos. Hacemos buen equipo. No somos tan distintos, no.

-Y ahora hará de hermana de Paco León en la serie ‘La casa de las flores’.

-Estoy muy ilusionada, porque trabajar en esa serie, y en México, es un reto. Y un regalo. Me he divertido muchísimo componiendo ese personaje. Y de Paco... ¡qué voy a decir! Por primera vez seré su hermana también en la ficción. Y luego está trabajar con Manolo Caro, el Almodóvar de México. Hay una admiración.