Un policía en un cubo de basura protagoniza la última campaña de reclutamiento en Hong Kong: «¿Quieres un trabajo que te asegure una buena salud? ¿Con el que puedas conseguir trajes de protección antes que los médicos en el frente contra el coronavirus? ¿En el que puedas tener rifles, camiones con cañones de agua y mascarillas antigás? Únete a nosotros».

Se han visto gags mucho más salvajes en los 30 años de emisión de Headliner, el espacio de sátira política de la televisión pública hongkonesa, pero con ese gag bajó la persiana y se fundió en negro. El cuerpo policial lo calificó de injurioso y los dirigentes televisivos ordenaron una investigación que concluyó con la suspensión indefinida y la retirada de episodios anteriores de su canal de Youtube.

Los guionistas se han reído tanto de la ineptitud y chanchullos de los políticos locales como de la pompa y boato de los de Pekín. Las violentas protestas que sumieron en el caos a la excolonia han terminado con 30 años de sátira.