A Fran Perea (Málaga, 1978) es inevitable relacionarle con aquel chaval de Los Serrano. Y él no reniega de ello. Pero desde entonces mucho ha llovido en forma de series, discos, cine y obras de teatro. Kosta (The Paradise) ha revivido la conexión que tiene con Finlandia, donde es toda una estrella porque allí triunfó la ficción de Antonio Resines y Belén Rueda. Además, está rodada en Fuengirola, ciudad de su Málaga natal. Todo ha llevado a que fuera él el agente Villanueva.

-Sorprende un ‘nordic noir’ rodado en la Costa del Sol. ¿Qué pensó cuando se lo propusieron?

-Pensé que soy muy afortunado de participar en proyectos como estos en los que hay detrás gente de tanto nivel. Y poder trabajar en otros idiomas; en Málaga, mi tierra... Son tantas cosas que pensé: ¡qué suerte, por Dios!

-Uno se pregunta, ¿qué hace un chico como Fran en un lugar como este? Pero resulta que tiene una importante conexión con Finlandia. ¡Allí es toda una estrella!

-La serie Los Serrano se exportó a muchos países. Finlandia fue uno de los países en que se vio la serie original. Insistieron mucho en que fuéramos a visitarles, pero no pude hasta el 2008. Incluso Warner Finlandia editó mi primer disco allí e hicimos promoción de conciertos. Esta profesión nunca sabes por dónde te va a salir. Para mí, eso de poder conocer otras culturas, otros países, gracias a tu trabajo es una gran suerte.

-’Kosta’ se presentó en febrero en Finlandia. ¿Allí sí que pudo ser de forma presencial?

-Sí. Estuvimos una semana en Helsinki y nos reencontramos con el equipo finlandés. Habíamos hecho tan buenas migas aquí, que es algo que se puede mantener en el tiempo. Y estuvimos con la prensa. Nos hemos enterando de la buena acogida que ha tenido la serie en la tele pública de allí, y que ha logrado audiencias muy altas.

-Pese a esa conexión finlandesa, ¿le resultó muy complicado trabajar con Ritta Havukainen, una actriz de peso en su país, por tener allí otro modo de hacerlo?

-Al principio vas con mucha prudencia. El primer link que tengo con ellos es Marja Pyykkö, la directora, que vino a España a hacer pruebas y nos entendimos muy bien. Y eso facilitó que, cuando nos fuimos a Málaga a ensayar, como Marja conocía a Ritta muy bien, enseguida fluyera todo. Y pude comprobar que es una grandísima profesional y persona. No hay que tenerle miedos.

-Andrés Villanueva, su personaje, es un policía de una ciudad relativamente tranquila, que está inmerso en una profunda apatía. Y entonces llega el huracán Luisa.

-Cuando empieza la serie está, como se dice vulgarmente, en la mierda. No entiende por qué está vivo. La vida no tiene sentido para él. Ese es el punto de partida del personaje y a partir de ahí todo lo que venga es bueno, porque todo puede ir a mejor.

-Poco a poco irá resucitando.

-Sí. Se empieza a implicar más en este caso y a través de su profesión va a ir viendo un poco la luz. Y luego tiene esos personajes que le van alimentando: Luisa e Hilkka. Uno de los grandes aciertos de esta serie es que habla de sentimientos como el de pérdida. Los personajes están muy bien escritos. Más allá del thriller, hay algo en estos personajes que hace que te apetezca saber qué les pasa. Y está todo muy bien contado.

-¡Qué maravilla ese contraste de una serie negra en un sitio tan luminoso como Fuengirola!

-Sí. Es un nordic noir, pero se saca de esos colores o ambientes a los que nos tienen acostumbrados las ficciones escandinavas. Y luego hay ese choque de culturas, ese sentido del humor que predomina en la serie, cómo cambian los personajes a lo largo de ella... La serie tiene muchos contrastes, y muy bonitos.

-Como malagueño sabría que en Fuengirola hay la mayor colonia de finlandeses fuera de su país...

-En Málaga sabemos que en la costa hay diferentes colonias: de ingleses, de alemanes, de finlandeses... Pero lo que he descubierto con la serie es hasta qué punto tienen todo organizado. Tienen un afincamiento muy potente. Es muy chulo descubrir cosas nuevas de tu tierra con tu trabajo gracias a la visión de otros.

-¿Qué le ha parado la pandemia?

-La intención era cerrar el proyecto del libro y el disco Viaja la palabra con un concierto, pero no pudo ser. Por suerte, surgió el rodaje de El vecino (Netflix), en la cuarentena. Lo bueno es que me puedo dedicar a varias cosas y lo audiovisual empieza a despegar.