Salvados (21.25 horas) se interna de nuevo en las cloacas del Estado para reconstruir un trágico capítulo de la historia reciente de España: el asesinato en 1984 por parte del GAL de Santiago Brouard, dirigente de Herri Batasuna. Y para conocer cómo funcionaban esos grupos parapoliciales que operaron entre 1983 y 1987 y tenían a bien llamarse Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) -«pero era terrorismo de Estado» contra ETA, matiza Évole-, el periodista entrevista a uno de sus asesinos confeso, Rafael López Ocaña. López Ocaña pasó 12 años en prisión por este crimen. En la entrevista admite los hechos y cuenta con detalle todo el proceso que le llevó a acabar con la vida del dirigente aberzale: cómo le reclutaron, quién le encargó cometer el crimen, cómo prepararon y ejecutaron el atentado y quién financiaba la operación. También narra cómo entró con otro sicario en la consulta pediátrica de Brouard y le dispararon. «No sabía quién era, pero en las guerras esto es así; en la guerra la gente no sabe a quién mata», justifica. A pesar de asegurar que entonces se sintió orgulloso de pertenecer al GAL, lamenta en la entrevista haber cometido aquel asesinato.