La pandemia ha obligado a dejar en stand by toda la actividad industrial cinematográfica de nuestro país, pero son muchos los creadores que han sentido la necesidad de testimoniar este momento histórico desde sus hogares para intentar expresar sus inquietudes unidas al sentimiento de miedo y extrañeza que parece acercar la realidad en la que vivimos a la ciencia ficción.

Ese es el punto de partida de la propuesta que hoy estrena HBO, En casa, y que parte de Warner Bros-ITVP España en colaboración con Caballo Films, la productora de Rodrigo Sorogoyen, precisamente uno de los directores que participan en esta radiografía de nuestro tiempo a través de cinco capítulos que abordan el confinamiento desde las perspectivas de sus autores, Elena Martín, Carlos Marqués-Marcet, Paula Ortiz y Leticia Dolera.

PROTAGONISTAS / Las limitaciones cobran una dimensión muy especial: tan solo un filmmaker kit para el rodaje, compuesto por un teléfono de última generación y una serie de complementos, y la imposibilidad de salir al exterior ni relacionarse con un equipo. Por esa razón, buena parte de los directores son también protagonistas de sus historias. La ficción y la realidad se entremezclan en una curiosa combinación en la que las incertidumbres de los personajes adquieren una resonancia que va desde lo íntimo hasta lo colectivo.

Sorogoyen quería contar la historia de una pareja y para ello se lanzó a interpretar al personaje masculino junto a la actriz Marta Nieto, con la que comparte su vida personal. Lo hace a través de un relato en torno al descubrimiento de las diferentes caras de la persona con la que convives en un momento en el que la realidad parece descomponerse en mil pedazos, así como la propia identidad. «Al final me ha quedado más personal de lo que esperaba y lo asumo con cierto pudor», cuenta.

A Marqués-Marcet le pilló la alarma en Madrid, fuera de su casa en Barcelona, así que tuvo que amoldarse al nuevo espacio. Opta por el diario confesional a través de la mirada de su pareja para, en medio de sus reflexiones en soledad, introducir imágenes de su archivo de vídeo personal en forma de memorias, de fragmentos capturados en una sinfonía de imágenes que adquiere un punto poético. «Es curioso, porque Los días que vendrán sí que estaba rodada en mi casa y de repente aquí ha sido todo lo contrario».

Para Elena Martín constituyó una oportunidad ideal para abordar un tema que le interesaba, la comuna millennial. «En este caso no se trataba de hablar de mí misma, sino de las personas con las que me encontraba encerrada. En estas circunstancias sale lo mejor y lo peor de todos nosotros, la convivencia provoca un cuestionamiento constante».

A Leticia Dolera le pareció un reto contar una historia sobre el confinamiento en tiempo real. «Empecé a pensar cómo una jaula puede ser un lugar físico, pero también un espacio emocional o mental», cuenta. ¿Puede ser el encierro una experiencia liberadora? De eso intenta hablar la directora a través de los mimbres de una relación tóxica y del empoderamiento femenino.

El caso de Paula Ortiz es el más particular. Decidió dirigir su corto a través de Skype para que fuera protagonizado por las actrices Celia Freijeiro y Julia de Castro, confinadas junto a Milena Suárez, que ejerció las labores de operadora de cámara siguiendo las indicaciones de Paula por videollamada. «Queríamos hacer un corto desde una visión positiva dentro de tanto caos y miedo, por eso optamos por la comedia, por las risas. Fue como un juego para nosotras y un ejercicio de desahogo. La cultura también puede ser una píldora, una medicina terapéutica en estos momentos en los que se pone de manifiesto nuestra fragilidad».