DMax analiza con lupa uno de los sucesos más tremendos de la historia reciente de España en ‘Yo fui un asesino: el crimen de la catana’ (22.30 horas), producción documental que, en dos entregas (miércoles, 29 y jueves, 30) rememora el triple parricidio cometido hace 17 años por José Rabadán cuando era menor de edad. La producción cuenta como principal aliciente con el testimonio del propio 'asesino de la catana’, que hablará ante la cámara por primera vez en televisión, para narrar en primera persona todos los detalles del terrible suceso. Rabadán, convertido ahora en un respetable padre de familia, recordará cómo planeó el cruel asesinato de sus padres y su hermana de 9 años y los motivos que le llevaron a hacerlo. También opinará sobre la ley que le libró de la cárcel para cumplir su condena en centros de menores y sobre su presunta rehabilitación.

Producida por Cuarzo ('El programa de Ana Rosa', 'Cuarto Milenio'), esta es la primera serie documental del género ‘true crime’ (crimen real) que sale de DMax España. A lo largo de las dos entregas, de una hora de duración cada una, se dibuja una completa radiografía del perfil del joven asesino y se contrasta con hechos documentados, reconstrucciones y testimonios de expertos que han trabajado en el caso. Todo ello para tratar de descifrar los principales interrogantes del terrible crimen y poner sobre la mesa este peliagudo asunto de debate.

Secuencia de la serie documental de DMax sobre el asesino de la catana / DMAX

La noticia que zahirió la sensibilidad de los españoles saltó el 1 de abril del 2000, cuando se supo que un chico murciano de solo 16 años asesinó con una espada samurái a sus padres y su hermana pequeña, una niña con síndrome de Down a la que adoraba. El escabroso crimen acaparó cientos de noticias y titulares en los medios de comunicación, que trataban de encontrar una explicación a tan horrendo suceso. Dos días después del descubrimiento, el ya conocido como ‘asesino de la catana’ fue detenido en la estación de Alicante con la ropa ensangrentada cuando intentaba coger un tren con destino a Barcelona. Tras un extenso interrogatorio, el parricida confirmaba que había matado a su familia para librarse de su influencia y descubrir cómo sería un mundo sin ellos.

Sentencia polémica

El asesinato cometido por Rabadán fue el primer crimen grave de un menor de edad juzgado en España tras la entrada en vigor de la Ley del Menor en enero del 2001. Tras permanecer unos meses en prisión, el parricida fue condenado por un juez a pasar seis años en centros de menores y otros dos en régimen de libertad vigilada. Una sentencia rodeada de polémica al dictarse en un juicio de 30 minutos de duración en el que fue clave un único informe psiquiátrico que pudo servir como atenuante de la condena. El problema es que no todos los psiquiatras estaban de acuerdo con la apreciación de ese trastorno mental.

En su primera entrega, el documental muestra la escena del crimen a través de imágenes reales de la investigación, noticias de los medios de comunicación y testimonios de las personas que formaron parte de la investigación o tuvieron contacto con Rabadán. En esa lista figuran el comisario Alfonso Navarro; el forense Juan Pedro Hernández; los periodistas Lourdes Aznar y José Antequera; el abogado Pedro López Graña (defensor de Rabadán) y el psiquiatra de la defensa Demetrio Barcia. Apoyándose en testimonios de su entorno, el episodio repasa las relaciones del parricida con sus padres y con su hermana, así como sus aficiones al ordenador, los videojuegos, los juegos de rol, las artes marciales y el satanismo.

Diagnóstico controvertido

En su segundo capítulo, el programa sigue los pasos de Rabadán durante los dos días en que estuvo fugado, sus primeras declaraciones y su entrada en prisión. El diagnóstico fue fundamental para juzgar este caso, ya que había psiquiatras que opinaban que era un “psicópata, narcisista y sádico” mientras que otros, como García Andrade y Demetrio García, apreciaban la concurrencia de una psicosis epiléptica idiopática. El documental incluye un interesantísimo cara a cara entre el psicólogo Javier Urra, exdefensor del menor, y el propio Rabadán. La última parte del documental muestra el día a día del parricida asesino en Cantabria, donde vive con su mujer y su hija de 3 años mientras se dedica a operar en Bolsa como bróker.