Ibiza hierve cada verano con la visita de famosos que se relajan en sus calas, surcan el Mediterráneo en sus yates o se desmelenan en sus discotecas y fiestas privadas. Agazapado tras su cámara, para darles presa, se encuentra Sergio Garrido, el paparazi más caradura de la isla, a la constante caza de una suculenta exclusiva.

Para conocer cómo sabe dónde encontrar al famosos, cómo organiza sus guardias y cómo se esconde para hacer la foto, un equipo de Produciones Mandarina le ha seguido las 24 horas del día, durante ocho semanas. El resultado, ocho capítulos de una hora de duración, se puede ver en Misión exclusiva, el nuevo programa de Cuatro, que estrena el esta noche (22.45 horas). «Me siento muy orgulloso de mostrar mi mundo, que se vea lo dura que es esta profesión», dice Garrido, un empresario de la noche madrileño que hace ocho años decidió colgarse una cámara al hombro y ponerse a buscar famosos por el mundo: Por Ibiza, Vaqueira-Beret, Barcelona, Nueva York… Donde estaba la chicha», apunta.

Garrido no se mueve solo: le acompañan Héctor Domínguez, encargado de grabar, y Sergio Cazorla, el sonidista.

El espacio tiene un poco de documental sobre fauna. Cualquier movimiento extraño puede poner en guardia al famoso y chafar la exclusiva. En Misión exclusiva se podrá ver cómo Garrido, con la ayuda de sus dos colaboradores, va siguiendo la pista de los famosos: «Mi teléfono echa humo continuamente. Mi forma de trabajar es contactos y hablar con todo el mundo, echarle cara. Como no hagas contactos, trabajas un 50% menos», confiesa. También mostará lo duras que llegan a ser las guardias. «Yo he llegado a estar un mes delante del ático que tiene Mario Vargas Llosa en La Sexta Avenida de Nueva York, hasta que llegó la Preysler y pude pillar el beso que se dieron. Justo delante de mí», rememora. Aún recuerda cómo empezó a dar patadas de alegría dentro del coche.

Un reportaje, este, del que está muy orgulloso, más aún que el de Isabel Pantoja en biquini «Además, por aquel me pagaron más», dice el paparazi, que asegura que no se forran: «Es que la prensa del corazón está muy rara. Lo que vale, vale, pero lo demás va a desaparecer».

Garrido presume de estar bien considerado entre los famosos: «Porque les respeto. El karma existe. Si eres bueno y respetuoso, la vida te lo devuelve», confiesa. Incluso es amigo de los guardaespaldas. «Como soy speaker de boxeo y pincho, todos me conocen». De hecho, no cree que nadie le odie: «Ni la Pantoja. Porque yo no hago daño a nadie», asegura el pararazi.