Antonio Díaz vuelve hoy a DMax (22.00 horas), con una nueva temporada de El Mago Pop: 48 horas con..., que junta al ilusionista con invitados durante dos días. La entrega se abre con una doble sesión protagonizada por Antonio Orozco y Chenoa.

-¿Ha sido esta la temporada más difícil del programa?

-Sí, porque aparte de que es la tercera, el objetivo es hacer juegos nuevos. Al principio tienes muchos, pero cuando llevas muchas horas de televisión el desafío es hacer cosas nuevas orientadas a los personajes. Si tienes un músico se te ocurren cosas, pero cuando has hecho ya cuatro músicos el reto es mayor.

-¿Ha usado alguno de sus juegos del programa en sus espectáculos?

-No. Intento que los juegos del teatro solo se vean allí y que los de la tele sean de estreno.

-¿Cuál de sus invitados le ha llamado más la atención esta temporada?

-Antonio Orozco me ha sorprendido mucho. Hay momentos muy divertidos y emocionantes, porque reacciona a la magia como un niño. Para este tipo de formatos esto es fantástico.

-¿Y el más duro de pelar? ¿Quizá Chenoa?

-Pues no. Con Chenoa ha sido fantástico. Al final se volcó. Pasó algo parecido con Joaquín Reyes, que es un tipo muy divertido. Creo que me lo pasé mejor que él mismo.

-¿Por qué ha dicho que el mundo de los magos es algo ‘friki’?

Creo que es así. Puedes detectar a un mago cuando vas a comprar ropa y ves a un tío delante del espejo mirándose las manos y haciendo cosas con ellas. No es que esté loco, es que probablemente sea mago. Los magos somos muy frikis: un tipo que está dispuesto a pasarse mogollón de horas jugando con las varitas es alguien extraño.

-¿Qué es más difícil para usted: hacer espectáculos o programas de televisión?

-Hacer espectáculos es más fácil para mí, porque toda la vida me he enfrentado al directo del teatro. Tienes un desafío más directo, porque la gente te está viendo y ya desconecta la desconfianza. En la tele nuestro mayor problema es que el espectador puede pensar desde casa que es un truco de cámara, un efecto de vídeo… Eso crea una cierta impotencia, porque piensas que, después de todo lo que te lo has currado, con ese argumento se desmonta lo que has hecho. Pero también nos hace ponernos las pilas para ver cómo podemos desconectar esa desconfianza y romper esa cuarta pared.

-¿Cuál es su referente?

-David Copperfield. No solo porque me parezca un mago supercompleto, sino especialmente por lo que ha hecho por la magia. Este mundo le debe mucho a David, porque ha hecho que se deje de considerar frikis a los magos para convertirse en una estrella del rock. Es un tipo que haciendo magia ha vendido más entradas que Madonna, Los Beatles y Cold Play. He tenido la oportunidad de conocerle.

-¿Y en España cuál es su referente?

-Hay muchos. Es cierto que el potencial de España pasa más por la magia de cerca. Tenemos a un grande de la historia, como Juan Tamariz, que además es un pozo de sabiduría de la magia. Le apasiona el ilusionismo y es respetado en todo el mundo.

-¿Hay trucos que se le hayan resistido y le hayan provocado frustración?

-Somos muy pesados. Cuando un truco es especialmente difícil me gusta persistir y no rendirme. Hay algunos que, si no los he hecho, me falta solo un poquito para conseguir hacerlos.

-¿Hasta qué punto le ha ayudado la televisión a lanzar su carrera?

-Es alucinante, porque era totalmente inesperado. Es cierto que Discovery tiene esa cosa maravillosa de llegar a todo el mundo. En España ven el canal 300.000 personas, pero es asombroso lo fiel que es esa gente. La tele sí que me ha cambiado la vida, tanto a mí como a mi equipo. Cuando empezamos en Discovery éramos 12 personas colaborando, y ahora somos más de 50. Nos ha ayudado muchísimo..