Este actor ha sido uno de los vecinos de Mirador de Montepinar en La que se avecina durante 11 temporadas, hasta que un desacuerdo con su contrato le hizo dejar la comedia, a la que no descarta volver. De momento, está muy a gusto en Benidorm, de Atresplayer Premium.

—El Xabi de ‘Benidorm’ es un hombre muy cuadriculado. No parece que se asemeje mucho a usted.

—¡Qué va! Yo soy pura energía, pura locura. En realidad, él sigue los pasos marcados para heredar el negocio familiar y deja para última hora algo tan maravilloso como es el amor. Lo tiene todo resuelto: tiene un trabajo de notario, sus amigos y sus hobbies, que son las maquetas. Pero, de repente, le dan tres meses de vida y eso le cambia por completo.

—Y hace las maletas…

—Al principio entra en pánico y no se lo cuenta a su cuadrilla por esa cosa absurda que a veces sucede que se ocultan las cosas importantes a la gente que más te importa. Y tira del recuerdo más fuerte que tiene, que es una visita de estudios a Benidorm, 30 años atrás, donde conoció a su primer y único amor, y decide ir en su busca para recuperar el tiempo perdido. Empieza a sentir un montón de cosas y se da cuenta de que está más vivo que nunca.

—La serie es una comedia que hace humor de algo que, en principio, no lo tiene, como enfrentarse a tu propia muerte.

—La comedia es la tragedia de otra persona, y aquí eso está llevado al límite. Jugamos en la línea de películas como Un funeral de muerte, donde la situación es terrible e incómoda y eso nos provoca risa. Yo pienso que hay que hacer comedia de todo, y hacerla de esto incluso ayuda. Cuando alguien habla de su muerte directamente, sin tapujos y endulzándolo con un poquito de humor, el mensaje llega más fuerte al espectador.

—¿Cómo ha afrontado su primer papel protagonista?

—Con responsabilidad. Quería que todo el mundo estuviera contento y aportaba toda mi energía para ello. He tenido mucha suerte con todo el elencazo de la serie. Además, tuvimos a los creadores y los guionistas a pie de set y pudimos modificar cosas durante el rodaje.

—¿Dejó ‘La que se avecina’ por esta serie?

—¡Qué va! Además, se cerró muy rápido. Recibí la separata del cásting y, en un mes, estaba empezando a trabajar el personaje. Llevaban tiempo buscando a su Xabi y yo llegué a última hora. Me incorporé cuando estaba terminando la gira de Perfectos desconocidos.

"La comedia es la tragedia de otra persona, y en ‘Benidorm’ está llevado al límite"

—Dejar una serie con tanto éxito fue muy valiente.

—Siempre me he considerado una persona libre. Así que cuando no llegamos a un acuerdo, respeté que cada uno puede hacer con su empresa lo que quiera. Siempre quise acompañar a mi personaje hasta el final. De hecho, casi estaba confirmada mi participación en la nueva temporada, pero hubo unos cambios que propuso la productora en los que no estaba de acuerdo. Intentamos negociar, pero no se pudo. Yo soy dueño de mi arte, pero no puedo obligar a nadie a trabajar conmigo. Continué con el teatro, apareció Benidorm y me sentí muy libre y contento con el cambio.

—¿Qué tipo de cambios propuso la productora? ¿De guion?

—No, cambios a la hora de cómo conformar la contratación, que no tienen nada que ver con el dinero. No me parecieron bien y ya está.

—Algunos actores de ‘La que se avecina’ se fueron y luego volvieron. ¿Se lo plantea?

—No lo descarto en ningún momento, siempre que se respeten las condiciones, las dos partes estemos a gusto y yo pueda trabajar tranquilamente con mi equipo.

—¿Y qué siente ahora al ver los episodios que ha estrenado Amazon de la 12ª temporada, que podría ser la última?

—Me da mucha alegría. Vuelvo a ser espectador de un producto que amo y me apasiona. He compartido mucho con esa gente y he dejado muchos amigos. Mi posición de espectador me gusta, porque cuando me llegaban los guiones, me los leía inmediatamente y perdía esa cosa de descubrir en el momento de la interpretación de mis compañeros lo que estaba sucediendo. Y ahora vuelvo a ser un fan y un espectador más.