El actor estadounidense Aaron Paul (Idaho, 1979) ha estado estos días en Sitges presentado 'El camino: una película de Breaking bad', con la que despide a Jesse Pinkman, el personaje al que tanto le debe.

Jesse Pinkman, su personaje, también vive una situación complicada en 'El camino'. ¿Logrará la paz o habrá otra película?

Creo que esta es la manera correcta de decir adiós. Al acabar 'Breaking bad', la principal pregunta que se hacía la gente era: ¿qué será de Jesse Pinkman? Y aquí estamos. Vicen Gilligan ha hecho un trabajo maravilloso al darle esta despedida propia. Pero no creo que es paz lo que consigue, porque tiene que vivir con ese dolor y con lo que ha hecho durante el resto de su vida. No creo que pueda superarlo. Quizá será más fácil su vida, pero tiene un camino tortuoso por delante.

Había otro final diferente. ¿Le gustaba más que este?

Este es perfecto y maravilloso. El original de hecho era Jesse leyendo una carta y conduciendo por Alaska durante los créditos. Lo que decía esa carta era maravilloso, pero me encanta no dar alpúblico toda la información. Dejar algo abierto...

Pinkman tiene su película, pero Saul ha tenido su serie, 'Beter call Saul', con lo que Bob Odenkirk ha tenido trabajo durante años. ¿No se piensa quejar?

No. Me pellizco porque tengo mucha suerte de poder seguir trabajando en este negocio en el que hay tanta competencia. Trabajar en algo que me encantan es un sueño hecho realidad.

¿Pensó en algún momento que nunca más le llegaría un papel como el de Pinkman?

Sé que nunca haré algo mejor que' Breaking bad'. Siempre he dicho que esa serie sería el punto más álgido de mi carrera. Y eso está bien. Al menos he tenido ese punto. Pero continúo trabajando, no paro de hacerlo nunca.

El actor en 'El camino: una película de 'Breaking bad'. / NETFLIX

Su personaje creció espectacularmente en la segunda temporada. ¿Fue su brillante interpretación la que lo propició?

En esa temporada se revelaron más capas de muchos personajes. Incluido el de Pinkman. Y tuvimos una visión más profunda de cómo era realmente: un chico perdido que estaba luchando por encontrar su propio destino, que tiene un gran corazón y que toma un camino muy malo.

Sin planes de futuro. En cambio usted sí los tiene: tener otro hijo.

Sí, ese es un buen plan [ríe]. Tener a mi hija es el regalo más bonito de mi vida. No se puede explicar a quien no tiene hijos. Y a veces no es por decisión propia que no puedas tener ese regalo. Porque lo es. Y una gran alegría. O sea que sí: me encantaría tener pronto otro hijo.

¿Y qué planes tiene para su carrera?

Después de este 'tour' europeo de 'El camino' voy a tomarme unos meses de descanso y, luego, en el primer trimestre del 2020, participaré en la serie 'Westworld'. Pero también me gustaría pasar más tiempo con mi familia. Eso es muy importante para mí.

Como su personaje, ha empezado a hacer negocios con su colega Bryan Cranston. Aunque no de metanfentamina, sino de mezcal. Uno se los imagina, como en 'Breaking bad', produciéndolo en una caravana en el desierto.

Pue así es.

¿Bromea?

Lo producimos en medio de la nada en México. En un lugar que está a tres horas de Oaxaca. Debes conducir por una autopista con muchos baches dos horas y luego por una carreta con muchas curvas y, tras atravesar un río, llegas a una aldea de 400 habitantes y sin electricidad. Ahí.

Hablando de compañeros, la 'premier' celebrada en Sitges ha sido agridulce. Allí supo de la muerte de Robert Foster.

Sí, era muy extraño estar celebrando esta película y recibir esa noticia. Acababa de hablar con él. Lo había conocido muy bien durante el proceso de rodaje de El camino y habíamos seguido en contacto. Adoraba a ese hombre y a su familia. Es muy duro. Mucho.

¿Qué le debe a 'Breaking bad'?

Toda mi carrera tal como la conozco ahora. Esta serie ha sido una experiencia que ha cambiado mi vida. De hecho, 'Breaking bad' ha cambiado la vida a casi todas las personas que han estado implicadas. Así que hemos tenido mucha suerte.