Es un caso singular, rarísimo, el que acaba de protagonizar la periodista de TVE Almudena Ariza. Propuesta para el cargo de directora de Informativos, ha declinado finalmente la oferta por considerar: Mi candidatura ha sido aprobada por una mayoría que no considero suficiente. Se refiere al referendum interno que se suele producir en TVE cuando se produce algún cambio en las jefaturas. No es una votación vinculante, ni tiene capacidad para frenar ningún nombramiento, pero es una manera de expresar la opinión de los que trabajan allí. El resultado de la votación sobre Almudena fue: 61,85% a favor, 23,49% en contra y 14,6% de votos en blanco. Hombre, un referendum ganado con el 61,85% de respaldo parece contundente. La admirable rareza es que Almudena lo haya considerado insuficiente.

Recuerdo que en julio de 2012, pocos meses después de llegar Rajoy al poder, se nombró a Julio Somoano director de Informativos. En el referendum interno que se hizo entonces, Somoano consiguió el respaldo del 8%, y el rechazo del 71%, pero no tuvo ningún incoveniente en aceptar el cargo enseguida. Ah! Lo de Almudena es una fascinante rareza tal y como van los cargos hoy en día. Esta periodista forma parte de la estela que dejaron en TVE profesionales magníficos como Rosa María Calaf o Vicente Romero. Es una experimentada routier de la información. Ha cubierto el ataque a las Torres Gemelas de Manhattan, el tsunami de Indonesia, las guerras de Irán e Irak y los terremotos de Haití, Irán o Turquía. Ahora ejerce como corresponsal en París. Personalmente creo que su decisión de no aceptar el cargo es equivocada. Creo que la actual TVE, y la audiencia, lo que necesitan, precisamente, es a profesionales como ella en lugares clave. Pero respeto, hasta con admiración, su decisión.

Mirado desde el prisma político, que Almudena considere insuficiente un 61,8% de apoyo coincide con lo que dijo una vez en TV-3 Milan Kukan, el presidente que llevó la independencia a Eslovenia. Lo entrevistó Ricard Ustrell en FAQS (2017) y Kukan advirtió que no se puede proclamar la independencia sin contar con las dos terceras partes, es decir, con el 66,66%. De lo contrario, añadió, sería partir por la mitad el país. Ah! Notable renuncia la de Almudena: no quiere partir por la mitad la plantilla de informativos.