El ministerio público ha solicitado penas que suman cuatro años de prisión para un hombre acusado de maltratar a su madre, una mujer octogenaria a la que propinó golpes, puñetazos y patadas, además de amenazarla con acabar con su vida. El fiscal, que lo acusa de un delito de malos tratos habituales en el ámbito familiar, dos de lesiones y uno leve de amenazas, solicita que, además, se le imponga prohibición de comunicación con la madre, así como de aproximación a una distancia inferior a 500 metros a ella, a su domicilio o cualquier otro lugar en el que se encuentre durante un periodo de diez años.

Según el escrito de conclusiones provisionales del ministerio fiscal, el acusado vivía de forma habitual en el domicilio familiar con su madre, de 83 años de edad cuando el caso llegó a los juzgados. Durante la convivencia, «con intención de menoscabar la integridad física» de la misma, su hijo le propinaba «golpes, puñetazos y patadas», la «insultaba de forma constante y continuada», la amenazaba y la obligaba incluso a asearlo, «rechazando ayuda de otras personas al encontrarse limitado físicamente por su obesidad», según el fiscal. En este contexto, la hacía objeto constantemente de sus enfados y la culpaba de dejar entrar gente a su casa para que le hicieran daño.

Así, en una ocasión «la agarró del cuello», teniendo que intervenir el cuidador del acusado. En otras, continúa el escrito, le daba «golpes en la cabeza y la espalda, llegando a tener la perjudicada los ojos morados». Además, en varias de los episodios agresivos que protagonizó, le decía que la iba a «matar y beber cerveza en tu cráneo».

La violencia se fue incrementando con el paso de los años, pero la madre, relata el fiscal, o no llegaba a presentar denuncia o, si lo hacía, terminaba por retirarla. Así, en otra ocasión el acusado cogió a su madre de los brazos y del pelo, dándole un puñetazo en la nuca. Y al día siguiente la cogió fuertemente del pecho. Cuando acudieron al domicilio agentes de los cuerpos de seguridad, el hombre aseguró que «como me llevéis detenido la mato», mientras tenía una navaja encima de la mesa.

Ahora tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados y enfrentarse a los dos años y medio de cárcel que solicita el fiscal por malos tratos habituales y a los 18 meses de prisión que pide por dos delitos de lesiones, además de 15 días de localización permanente por las amenazas.