Al más puro estilo Rafael Gómez, el empresario y exconcejal de UCOR declaró a los periodistas, tras conocer la sentencia, que estaba «más tranquilo que Gila» porque «no he hecho nada». Eso sí, amagó con disparar, aunque sin desvelar sus blancos: «Sabía perfectamente que los dos que me han llevado a esto tienen un poder y...». Inmediatamente, uno de sus abogados y su familia le frenaron para que no siguiera por esos derroteros y Gómez, ante las preguntas de este periódico, prefirió no precisar a quién se refería. En cualquier caso, añadió que precisamente por «los que me han llevado a esto, las dos personas que ustedes conocen», era previsible su condena: «Se sabía ya en cierto modo que había que acabar con Rafael Gómez, por las envidias y las competencias». «Hasta el más tonto lo sabía», dijo el empresario.

Por su parte, Luis Cots, uno de los abogados de la familia Gómez, adelantó que tras estudiar la sentencia -no es firme y contra ella cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial-- se recurrirá «en lo que es desfavorable». Preguntado por si teme que la Fiscalía pida un ingreso inmediato en prisión de Rafael Gómez como medida cautelar, el letrado indicó que «no se da el supuesto», de modo que no entiende que «lo vayan a pedir». En esta línea, insistió en que «no hay ninguna causa que presuma que se vaya a solicitar» y que no se le había notificado nada al respecto. Cots añadió que todavía no hay nada firme y «no hay que preocuparse», al tiempo que resaltó que para los hijos había sido absolutoria «en su totalidad».