Entre dos y diez años de cárcel son las penas que ha solicitado el ministerio fiscal para siete presos acusados de protagonizar un motín en el centro penitenciario de Alcolea en el 2007, unos incidentes en los que emplearon pinchos y barras de hierro y en los que lesionaron a varios funcionarios. El ministerio público los considera autores de delitos de atentado, desórdenes públicos y daños, así como de faltas de lesiones.

Según el escrito del fiscal, el 30 de octubre del 2007, estando todos los acusados internos en el módulo 12, uno de ellos salió al patio sin autorización, por lo que fue requerido por los funcionarios para que volviera a entrar. Aunque en un principio obedeció, acto seguido comenzó a propinar patadas a una puerta, al igual que a los funcionarios cuando quisieron cachearlo. Entre sus ropas se encontró un pincho de metacrilato.

Ante esto, decidieron su ingreso en aislamiento en el módulo 15 y durante su traslado comenzó a gritar para conseguir el apoyo de otros internos. El acusado consiguió que varios presos comenzaran a patear las puertas y a gritarle a los funcionarios que fueran a por ellos «si eran capaces».

El alboroto fue «alentado y dirigido» por otro de los acusados, que propuso al grupo que «prendieran fuego» a todo el módulo. Aunque los trabajadores intentaron calmarlo, el preso sacó un pincho y amenazó con clavárselo, por lo que los funcionarios tuvieron que replegarse al búnker al encontrarse rodeados. Los internos aprovecharon entonces, según el fiscal, para salir al patio, destrozar mobiliario y dirigirse al gimnasio, donde se hicieron con barras de hierro con las que destrozaron los cristales del comedor y del búnker.

Ante la llegada de otros funcionarios en refuerzo de sus compañeros, los internos fueron replegándose hacia sus celdas, aunque uno de ellos comenzó a lanzar puñaladas a uno de los trabajadores y patadas al resto. A otro de los acusados se le halló una cuchilla de afeitar y un tercero la emprendió a golpes contra los cristales con una barra de hierro. Durante el motín, varios funcionarios sufrieron lesiones, uno de ellos una herida punzante en un hombro.