Agentes de la Policía Nacional han intervenido 2.200 kilos de hachís y armas de guerra, municionadas y con varios cargadores de repuesto, a una organización asentada en Murcia. Han sido detenidas siete personas y se han realizado cuatro registros. El grupo estaba especializado en vuelcos, que consiste en hacerse pasar por policías para robar el estupefaciente a otras organizaciones, actividad muy rentable porque muy rara vez se denuncia el delito.

Las investigaciones comenzaron centrándose en un grupo asentado en Alicante y Murcia y compuesto por ciudadanos españoles, marroquís, italianos y británicos. Esta organización dedicada a la exportación de marihuana y hachís a países de Europa, principalmente a Italia, utilizaba camiones a nombre de una empresa asentada en la Región de Murcia para distribuir la sustancia estupefaciente.

EMPRESAS DE TRANSPORTE

El grupo iba almacenando la droga, bien en naves industriales situadas en polígonos con la finalidad de enmascarar sus actividades con el devenir habitual de las empresas de transporte; o bien en chalets con garajes situados en zonas residenciales para tener mayor vigilancia y seguridad. Una vez tenían pactada la venta, manipulaban el depósito de combustible de los camiones para guardar la droga en compartimentos ocultos y para distribuirla por las diferentes rutas, especialmente hacia Italia y, en ocasiones, al Reino Unido.

Estos escondites estaban realizados de una manera tan eficiente que, incluso habiendo pasado controles de combustible en carreteras, no se había advertido el depósito donde se encontraba el estupefaciente.

Los agentes, tras tener conocimiento del método, detectaron que habían ocultado una importante cantidad de hachís en un domicilio y en una nave industrial ubicada en un polígono industrial de Molina de Segura (Murcia) hasta su posterior distribución.

Cuando la organización se dispuso a sacar la mercancía, se inició el dispositivo policial a raíz del cual han sido detenidas siete personas.