El juez ha decretado el ingreso en prisión de uno de los doce detenidos por la Guardia Civil tras desmantelar en Luque una plantación clandestina de producción y elaboración de marihuana con 1.572 plantas cultivadas --la mayor desmantelada por la Benemérita en la provincia de Córdoba--, que estaba camuflada en el interior de una nave industrial, ubicada en el polígono industrial.

Según informó ayer el instituto armado, la fase de explotación de la operación Sylvania ha propiciado el desmantelamiento de una plantación indoor de producción intensiva, la detención de 12 personas y la investigación de otras tres por su presunta implicación en los delitos de elaboración y cultivo de drogas y defraudación de fluido eléctrico.

La operación se inició hace varios meses tras tener conocimiento la Guardia Civil de que en una nave del polígono industrial de Luque podrían estar dedicándose a producir marihuana de manera intensiva y en cantidades suficientes como para abastecer de esta droga a numerosas localidades de la provincia.

En el transcurso de la investigación se determinó que una persona mantenía operativa una importante plantación de marihuana en una nave del polígono industrial de la localidad, en la que, «mediante especializadas técnicas de cultivo y sofisticadas instalaciones, aumentaba exponencialmente el rendimiento del cultivo y producción final de la planta cannabis sativa, de la que obtenía la marihuana». También se constató que la nave industrial carecía de actividad, estando alquilada por un conocido por sus antecedentes policiales.

Confirmadas las sospechas, se efectuó un registro en la citada nave, que se encontraba cerrada con placas de yeso, tipo pladur y termosellada debidamente, para impedir la salida de olores y su detección, cuyo interior albergaba oculta la plantación intensiva con 1.572 plantas cultivadas en fase de crecimiento.

Igualmente, los agentes localizaron numeroso material y efectos que formaban parte de un complejo y sofisticado sistema de elaboración y cultivo para la marihuana, tales como extractores, medidores de temperatura, generadores de corriente y focos artesanales, que fueron intervenidos.

Para el funcionamiento de las instalaciones era necesario un elevado consumo de energía eléctrica, motivo por el que habían practicado un enganche ilegal a la acometida general de la red eléctrica. «Así maximizaban beneficios y minimizaban costes de producción», indica la Guardia Civil.

Los detenidos tienen edades comprendidas entre los 25 y los 45 años, y varios de ellos son conocidos por sus antecedentes policiales, que han sido puestos a disposición de la autoridad judicial a lo largo de los meses de investigación, acordando el juez el ingreso en prisión de uno de los detenidos.