La fiscalía de Granada ha decidido retirar los cargos por abusos sexuales contra el sacerdote Román Martínez en la última sesión del juicio que se sigue contra él en la Audiencia provincial. El ministerio público, que pedía 9 años de cárcel por un delito continuado de abusos sexuales agravado con resultado de acceso carnal, estima que tras las declaraciones de los testigos y las pruebas practicadas no se pueden considerar probados los hechos.

La acusación particular que ejerce el denunciante, la supuesta víctima de los abusos, mantiene su petición de 26 años de prisión, mientras que la defensa del sacerdote pide su libre absolución. El caso quedará hoy visto para sentencia.

A lo largo de las nueve sesiones de juicio, el joven supuestamente abusado se reiteró en sus acusaciones, justificando sus contradicciones en el tiempo pasado y en la presión a la que estuvo sometido, subrayando que dependía emocionalmente del cura, al que veneraba como a un padre. Por su parte, el sacerdote negó las acusaciones y aseguró que en todo momento se trató de una relaciónde "amor cristiano" y filial, insinuando motivaciones económicas en la denuncia. El caso saltó a la luz pública después de que la supuesta víctima, que ahora tiene 27 años, remitiese una carta relatando el calvario vivido al Papa Francisco, quien se puso en contacto personalmente con el joven condenando lo ocurrido e instándole a denunciarlo por la vía judicial y eclesiástica.