El cuarto hombre implicado en la agresión al agente de Policía Nacional herido en la madrugada del domingo en plena calle de Córdoba cuando estaba fuera de servicio se ha entregado este miércoles en comisaría, tras lo cual ha sido detenido y está pendiente de pasar a disposición judicial, según han confirmado a Europa Press fuentes cercanas al caso.

En este caso, dos de los tres detenidos han ingresado en prisión provisional, mientras que un tercer detenido, todos ellos de mediana edad, ha quedado en libertad con cargos.

En protesta por estos hechos, el Sindicato Unificado de Policía (SUP), la Confederación Española de Policía (CEP), la Unión Federal de Policía (UFP) y Alternativa Sindical de Policía han celebrado este miércoles una concentración en la puerta de la Comisaría de Campo Madre de Dios.

De este modo, los sindicatos han mostrado su "malestar por la brutal agresión sufrida al compañero fuera de servicio, después de ser reconocido por parte de sus agresores como Policía Nacional, cuando el funcionario caminaba por la calle".

Al respecto, el agente del Cuerpo Nacional de Policía recibió el alta en el hospital San Juan de Dios de la capital cordobesa, según confirmaron a Europa Press fuentes sanitarias, tras la "brutal agresión" sobre la que alertó el comité provincial del sindicato de la Unión Federal de Policía.

Como consecuencia de este suceso, el policía tuvo que ser ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del citado hospital "debido a la gravedad de las lesiones producidas", según indicaba el domingo el sindicato en un comunicado.

En concreto, la Unión Federal de Policía precisó que fue en la noche del sábado día 5 de mayo cuando el agente "fuera de servicio, que se encontraba caminando solo por la vía pública, al ser reconocido por su condición de agente, fue brutalmente agredido por varias personas de una misma familia".

Además, apuntó que los hechos ocurrieron cuando el agente pasaba por el domicilio de los agresores, momento en el que, uno de ellos, "al percatarse de su presencia y al reconocerlo como agente de la autoridad, comenzó a insultarlo y amenazarlo siempre haciendo alusión a su condición de agente".

Según añadió el sindicato policial, "en ese momento, y sin mediar palabra, se acercó al agente comenzando a agredirle, teniendo éste que intentar repeler la agresión, consiguiendo en primera instancia reducir al agresor, llamando por teléfono al servicio de emergencias para dar aviso a los agentes que se encontraban esa noche de servicio".

UN PALO DE MADERA

"Mientras intentaba solicitar ayuda telefónica, aparecieron tres personas más de la misma familia que el agresor, los cuales, alertados por el anterior y siendo avisados que era el agente con que tuvieron el altercado, comenzaron a golpearlo en todas las zonas del cuerpo, llegando a agredirle con un palo de madera en la cabeza, produciéndole un corte, del cual emanaba gran cantidad de sangre, dejando conmocionado y desorientado al mismo, aprovechando la situación para golpearle sin piedad con puñetazos y patadas", según el relato difundido por la Unión Federal de Policía.

El sindicato ha matizado que, "gracias a la actuación de otro compañero, que se encontraba igualmente fuera de servicio", y que fue "alertado por los gritos que se estaban produciendo, y al vivir en la zona, bajó rápidamente, consiguiendo apartar y retirar de la zona al agente agredido, para así evitar que siguiesen golpeándolo".

Posteriormente, se presentaron los agentes que se encontraban de servicio, que lograron localizar a los agresores, procediendo a su detención e iniciando "las diligencias oportunas para que puedan ser juzgados por un delito de atentado a agente de la autoridad".