El sacerdote que fue denunciado por unos presuntos abusos a una mejor que ejercía de monaguilla en la parroquia de Villanueva del Duque se declaró ayer inocente ante el tribunal de la sección segunda de la Audiencia Provincial, que juzga el caso.

El cura, I.M.V., de unos 50 años, indicó, según manifestó su abogado, no saber por qué motivo se le estaba juzgando. El letrado del sacerdote, Carlos Arias, explicó al término del juicio, que ha quedado visto para sentencia, que los hechos de los que se acusa a su defendido no están demostrados y que además durante los testimonios de la parte acusadora, tanto de la niña, que tenía 10 años en el momento de los hechos, como de sus padres, se ha incurrido en numerosas contradicciones e inconcreciones.

Además, señaló que tampoco hay informes creíbles sobre lo ocurrido porque el que se ha presentado, por un gabinete psicológico, se elaboró tres meses después sin cumplir las exigencias mínimas en casos como este y que presenta numerosas lagunas en aspectos que el abogado considera fundamentales. Otro aspecto que considera poco creíble el abogado es el del momento y el lugar en el que presuntamente se produjeron los hechos, ya que indicó que en la sacristía de la iglesia hay un cristal traslúcido y además justo después de la misa está presente la sacristana y numerosos feligreses y que justo unos minutos después el cura se tenía que desplazar a otro pueblo a oficiar otra misa, lo que hace poco probable que dé tiempo a llevar a cabo los hechos.

Por su parte, el abogado de la acusación, que se negó a hacer ningún tipo de valoración pese a ser requerido por los medios en reiteradas ocasiones, mantuvo su petición de condena, igual que la Fiscalía, reclamando seis años de prisión y diez de alejamiento del sacerdote sobre la menor.

En el escrito de la Fiscalía se recoge que la denuncia fue formulada en abril del año 2015 por los padres de la niña y se explica que el acusado entabló una buena relación con la familia, a la que según diversas fuentes llegó a ayudar. Debido a esa buena relación, la niña empezó a ayudar al cura en la parroquia ejerciendo de monaguilla. Durante ese tiempo, según se recoge en el escrito de la Fiscalía, fue cuando se produjeron los presuntos abusos, consistentes en tocamientos aprovechando momentos en los que ambos estaban solos.

La menor, por su parte, prestó ayer declaración mediante videoconferencia.