A plena luz del día, en lugares públicos atestados de gente y en menos de tres minutos. Este era el modus operandi de la banda de delincuentes ucranianos especializados en el robo de vehículos de alta gama que la Policía Nacional ha desarticulado en Málaga. La operación se ha saldado con seis detenidos en Fuengirola y Elche (Alicante), varios de ellos con reclamaciones judiciales en vigor, y la incautación de cinco todoterrenos de lujo y numeroso material especializado para abrir cerraduras de estos vehículos y clonar las llaves, lo que lleva a las fuerzas de seguridad a considerarlos entre los mayores expertos europeos en el robo de coches.

Los vehículos robados, por sus características, iban destinados a la venta a otras organizaciones criminales, especialmente para el tráfico de drogas dada su capacidad de almacenamiento y su movilidad por cualquier tipo de terreno. Pero también se introducían en el mercado nacional o internacional después de falsificarles algunos elementos identificativos y la documentación. Los seis detenidos, ya en prisión tras prestar declaración judicial, están acusados de los supuestos delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico ilícito de vehículos y falsedad documental. A dos de ellos, además, se les atribuye un delito de robo y otro de homicidio en grado de tentativa perpetrado en Marbella el pasado mes de mayo.

"SUSTANCIAL INCREMENTO" DE ROBOS

La investigación comenzó a comienzos de abril, cuando las alarmas saltaron por el sustancial incremento de robos de vehículos de alta gama en distintos puntos de la provincia de Málaga. Al estilo de una película de acción, todos de una forma similar, según desvelaban las denuncias, lo que hizo sospechar de la existencia en la provincia de un grupo criminal desplazado hasta la zona. Las pesquisas se centraron en el robo de un todoterreno ocurrido a primeras horas de la tarde del 15 de mayo en el aparcamiento de un centro comercial en Marbella. Los agentes comprobaron que, en menos de 180 segundos, los ladrones se hicieron con el coche y abandonaron el lugar inmediatamente a bordo del todoterreno sustraído y otro usado para su desplazamiento. Este segundo vehículo era usado de lanzadera, según fuentes de la investigación, con la finalidad de detectar posibles controles policiales durante el robo y los desplazamientos.

Los agentes lograron ubicar en Mijas el lugar donde la organización ocultaba temporalmente los coches robados mientras se le preparaba la documentación y los elementos a falsificar para su venta. Allí localizaron dos de estos coches denunciados como robados, uno de ellos con las placas de matrícula ya dobladas. Ninguno presentaba marcas de forzamiento, lo que indica el alto nivel de especialización que tenían los ladrones.

La organización, según pudo constatar además la Policía, se dedicaba a robos con violencia y a vuelcos o sustracciones a otros grupos criminales, para lo cual se hacían pasar por miembros de las Fuerzas de Seguridad.

Así, se les vincula con el asalto sufrido por un empresario de Marbella el 4 de mayo cuando circulaba con su motocicleta. Fue embestido por un todoterreno, luciendo lanzadestellos similares a los utilizados por los cuerpos de seguridad, que le hizo perder el equilibrio. Al caer al suelo, dos de los ocupantes del vehículo, supuestamente los cabecillas de la banda, se bajaron y con los rostros cubiertos, le golpearon e hirieron gravemente con un arma blanca, arrebatándole la mochila que portaba con una importante cantidad de dinero y huyendo posteriormente del lugar dejando a la víctima malherida.

Los agentes interceptaron a mediados de mayo a dos de los ladrones cuando circulaban a bordo de sendos vehículos robados con destino al centro de Europa, lo que precipitó la operación contra el resto de miembros de la banda que aún continuaban en Mijas. Los distintos registros llevados a cabo han permitido la recuperación de cinco de los vehículos, así como la intervención de uno de los mayores acopios de herramientas y útiles mecánicos y electrónicos específicos para este tipo de hechos delictivos: llaves vírgenes de distintas marcas, documentación extranjera de vehículos falsificada, placas duplicadas de distintas nacionalidades, dispositivos electrónicos para el arranque de vehículos y clonado de llaves, inhibidores de señales, decenas de herramientas específicas de distintas marcas para apertura de los cierres de seguridad de los vehículos.