Las víctimas mortales por el fuerte terremoto que sacudió el jueves la isla nipona de Hokkaido (norte) ascienden a 18, una cifra que podría elevarse conforme avancen las tareas de búsqueda de las 24 personas que siguen desaparecidas, informó ayer el Gobierno.

El primer ministro nipón, Shinzo Abe, dijo que las labores de rescate continúan en las áreas afectadas e instó a la población a extremar la precaución, dado que se prevén lluvias que podrían causar derrumbes y deslizamientos de tierra, en una rueda de prensa tras una reunión de emergencia de su Gabinete.

Unos 40.000 efectivos de las Fuerzas de Autodefensa (Ejército), la policía, los bomberos y la guardia costera prosiguen «sin descanso» con la búsqueda de las 24 personas que están desaparecidas en la localidad de Atsuma, epicentro del seísmo, explicó por su parte el ministro portavoz del Ejecutivo, Yoshihide Suga.

Las autoridades también informaron de que se ha logrado restablecer cerca del 50% del suministro eléctrico en la isla, tras devolver la luz a 1,5 millones de viviendas y establecimientos.

Hokkaido ha reactivado la producción en varias de las plantas energéticas afectadas por el seísmo y también está recibiendo electricidad desde la isla principal de Honshu, después de que el Gobierno central pidiera apoyo de otras eléctricas del país para resolver los apagones, que también afectaron a hospitales.

El terremoto de magnitud 6,7 en la escala de Richter que sacudió la isla nipona en la madrugada del jueves provocó que la central térmica de Tomato, en Atsuma, y otras plantas energéticas se detuvieran, dejando a 2,95 millones de viviendas y locales sin luz. El corte del suministro eléctrico afectó también a los servicios de transporte, que comenzarán a reanudarse en las próximas horas.

El operador ferroviario JR Hokkaido dijo que los trenes de alta velocidad reanudarán las operaciones, así como el metro, mientras que el nuevo aeropuerto de Chitose, el mayor de Sapporo, tiene previsto abrir hoy.