Younes Abouyaaqoub, tras conducir la furgoneta con la que llevó a cabo el atropello masivo de la Rambla el 17 de agosto y asesinar a Pau Pérez para huir por la Diagonal, desapareció en Sant Just Desvern. El lunes 21 de agosto, cuatro días después, reapareció en el municipio de Subirats (Alt Penedés). Allí fue abatido a tiros por dos agentes de los Mossos d’Esquadra, cuando se abalanzó sobre ellos mostrándoles un cinturón explosivo falso.

Los investigadores de los Mossos están tratando de averiguar ahora qué hizo Abouyaaqoub desde que perdieron su rastro en Sant Just. De momento, no hay ninguna evidencia que explique cómo logró burlar durante cuatro días el dispositivo que la policía catalana montó para capturarle, el más grande que hasta la fecha ha desplegado este cuerpo de seguridad.

La clave, remarcan fuentes cercanas a la investigación, es que Abouyaaqoub tenía claro que no tenía que llevar encima el teléfono móvil. Si lo hubiera llevado, la policía lo hubiera rastreado. Sabía también que habrían detectado el uso de la tarjeta de crédito. No lo hizo. Su estrategia, posiblemente, fue la de moverse de noche y esconderse durante el día. Es probable también que se moviera a pie, sin ayuda de ningún transporte.

Cuando reapareció el lunes, no vestía la misma ropa que el 17 de agosto. Es seguro que durante ese tiempo también se había alimentado. Al ser localizado, por ejemplo, tenía en la mano una botella de agua. Los esfuerzos se centran en saber si alguien le ha ayudado en su huida. La última operación relacionada con los atentados ha registrado este martes un domicilio de Vilafranca del Penedés, una acción policial que ha desencadenado entre los vecinos la sensación de que Abouyaaqoub había estado por la población.

UN DOMICILIO OCUPADO

El piso inspeccionado por los Mossos y por la Guardia Civil, ubicado en el número 45 de la calle Ignasi Iglesias, era un domicilio ocupado ilegalmente. En la misma planta de este edificio, tres de las cuatro casas lo son. Los vecinos sospechan que Abouyaaqoub posiblemente ha pasado alguna noche allí. No está muy lejos del punto en el que ayer fue capturado.

Se trata de una zona próxima a la entrada de Vilafranca desde la autopista pero alejada del casco antiguo. Según relatan algunas personas que viven cerca del inmueble registrado, las idas y venidas de gente desconocida en esa vivienda son "frecuentes".

El registro policial ha comenzado esta tarde antes de las 19.00 horas y se ha alargado casi cinco horas. Ha finalizado poco antes de la medianoche. Los agentes se han marchado sacando de su interior numerosas cajas con objetos de interés para la investigación. Han dejado la luz de la casa encendida y la ventana abierta. En el buzón del domicilio no había ningún nombre.