El coronavirus se cobró otras 254 vidas en China este miércoles, jornada en la que se confirmaron 15.152 nuevos casos después de que las autoridades sanitarias de Hubei, la provincia donde surgió el brote, cambiasen los criterios para contabilizar a los infectados. Según los datos publicados ayer por la Comisión Nacional de Sanidad, el número total de fallecidos por el COVID-19 -nuevo nombre oficial de la enfermedad- se eleva a 1.367, mientras que el de contagios probados se sitúa en 59.805. El cambio del sistema de clasificación de casos en la región centro-oriental de Hubei implicó que durante la jornada de ayer se añadieran en esa provincia 242 muertes y 14.480 nuevos contagios al balance.

Esto representa, con gran diferencia, el mayor número de muertes registrado en un solo día en esa provincia, cuyo récord diario de decesos se había alcanzado el pasado 10 de febrero con 103, aunque la prensa oficial trata de calmar los ánimos asegurando que todo se debe a los nuevos criterios.

Las autoridades de esa provincia explicaron que ahora se incluirán en los cálculos «a aquellos pacientes que han sido clínicamente diagnosticados». Hasta ahora, los casos se confirmaban por medio de pruebas realizadas con equipos que escaseaban en la provincia, y el nuevo criterio dará más atribuciones a los médicos para poder diagnosticar los contagios.

Aunque no se han hecho públicos muchos más detalles sobre esas nuevas guías, los representantes del Ejecutivo provincial encargados de los asuntos sanitarios aseguraron que permitirán «a los pacientes recibir un tratamiento a tiempo». Los síntomas del nuevo coronavirus son en muchos casos parecidos a los de un resfriado, pero pueden venir acompañados de fiebre y fatiga, tos seca y disnea (dificultad para respirar).

Por otro lado, cientos de ferias y otros eventos internacionales cuya celebración está prevista para los próximos meses están pendientes de la evolución de la epidemia de coronavirus, cuyo riesgo de expansión ha provocado la cancelación del Mobile de Barcelona.