Desde hace décadas, los pozoalbenses han vivido con la ilusión de que una estampita con la imagen de la Virgen de Luna fue enviada a la NASA para que los astronautas Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins la llevaran a la luna a bordo del Apolo 11.

Ahora que se cumplen 50 años de aquel acontecimiento planetario, también se recuerda el interés de la cofradía de la Virgen de Luna de Pozoblanco, hace medio siglo, por que su virgen titular llegara también a ese satélite natural de la tierra, que, como la Virgen, se llama Luna.

La historia se había ido olvidando con el paso del tiempo y ya apenas se recordaba en febrero cuando se celebra la romería de la Virgen de Luna, y al entrar a la casa de la cofradía, en el santuario de la jara, cualquier persona puede ver colgados en la pared los documentos y las fotos de lo que fue un paso importante para la humanidad y, quién sabe, si para Pozoblanco y su patrona y alcaldesa perpetua, la venerada Virgen de Luna. Pero la historia ha cobrado protagonismo en estos días.

La cofradía de la Virgen de Luna ha explicado que, con motivo del 50 aniversario de esta gesta, se siente orgullosa «de contar en su archivo con la carta de agradecimiento de los astronautas americanos y otras enviadas por nosotros».

Nos situamos en 1969. El entonces secretario de la cofradía, Felipe Sánchez, oyó en el parte radiofónico que se confirmaba que los Estados Unidos de América iban a lanzar un cohete para que el hombre llegara a la Luna.

Esa información le inspiró y fue cuándo se preguntó «¿por qué no unir la ciencia con la creencia?».

Su hijo, Rafael Sánchez, explica que «pensando que no había nada perdido», escribió a la NASA y envió tres cartas, una para cada astronauta, meses antes del lanzamiento. En cada una de ellas iba una estampita de la Virgen de Luna. No recibió respuesta.

A finales de septiembre de 1969 llegó a Pozoblanco una carta. El cartero la entregó en la sede de la cofradía, en el número 2 de la calle Vizcaíno. Era gruesa, coronada un membrete imponente.

Iba dirigida a Felipe, «Secretary of Brotherhood of Lady ‘Virgen de Luna’, Patroness of Pozoblanco, Córdoba, Spain».

¿El remitente? La National Aeronautics and Space Administration, en el 77058 de Houston, Texas. Sí, la mismísima NASA.

«Estimado señor secretario: muchas gracias por su cálida y considerada carta. Apreciamos mucho sus esfuerzos en nuestro nombre y le deseamos todo el éxito en su dedicada actividad. Nos sentimos honrados por su atención»...

La carta, en inglés, iba rubricada por Armstrong, Aldrin y Collins.

Venía acompañada de la fotografía oficial, también firmada, y de una imagen del logotipo de la NASA, también rubricado por el trío.

Felipe se encargaría de traducirla y escribirla a máquina, para orgullo de Pozoblanco. Aunque una copia de la imagen y de la carta están hoy expuestas en el santuario, los originales están buen recaudo.

Rafael Sánchez comenta que es «muy emocionante mirar a la luna desde Pozoblanco y pensar que hasta allí podría también haber llegado nuestra Virgen de Luna».