El año 2017 arrojó un trágico balance de la barbarie machista: 48 mujeres y 8 niños fueron supuestamente asesinados por las parejas o exparejas de sus madres y 27 menores quedaron huérfanos, cifras todas ellas que rebasan las del pasado año.

La última semana de diciembre fue especialmente dramática, con dos asesinatos machistas confirmados desde el día de Navidad; el último, el de Arantxa, acuchillada en el cuello delante de sus tres hijos, dos de ellos de 12 y 9 años fruto de un matrimonio anterior, y un bebé de catorce meses que tuvo con el presunto criminal.

A ellos podría unirse otro que está aún investigándose, el de la joven de Benicàssim fallecida junto a su pareja en una colisión del coche que él conducía contra una gasolinera el pasado día 23.

Otros tres casos, además, están aún en fase de investigación -ocurridos en febrero en Redondela (Pontevedra), en mayo en La Llagosta (Barcelona) y en julio en Mogán (Las Palmas)-, lo que podría aún aumentar la siniestra cifra por encima del medio centenar, mientras que en 2016 fueron 44.

De ellas, 10 habían presentado denuncia, bien la propia víctima o su entorno, y cinco tenían medidas de protección en vigor. Con todo, no ha sido el año más trágico desde que arrancaron las estadísticas oficiales en 2003: en 2008 fueron asesinadas 76, tres más que en 2010 y cuatro más que en 2004.

año MACABRO PARA NIÑOS / Pero sí fue el 2017 es el más macabro para los niños: este año deja la terrible cifra de 8 asesinados, cuando el año pasado hubo uno, cuatro en 2015, otros tantos en 2014 y seis en 2013. Desde ese año, los huérfanos de la violencia de género suman 189, 27 de los cuales han perdido a su madre este año, tres menos que en 2016 y menos de la mitad que en 2015, cuando se rompieron las estadísticas con 51. Extrapolando estos datos, colectivos como la Fundación Mujeres han calculado que desde 2004, estos niños superan el medio millar.