Los Mossos d’Esquadra buscan al autor de una brutal agresión sexual a una mujer, que también fue golpeada y robada, ocurrida hace unos días en la localidad de Sant Andreu de Llavaneres (Barcelona), según informaron fuentes policiales. La violación ocurrió sobre las 7.30 horas del pasado 28 de diciembre en las cercanías de la estación de tren de Sant Andreu de Llavaneres, cuando la víctima se dirigía a trabajar por un camino paralelo al mar y a las vías del tren. El alcalde, Joan Mora, aseveró ayer en rueda de prensa que la mujer pudo ver a su agresor y que ya ha declarado ante los investigadores, lo que ha permitido trazar un retrato robot del violador.

La mujer, vecina de Mataró y de 42 años, fue abordada cerca del paso subterráneo de la estación de tren de Sant Andreu de Llavaneres por un hombre que la golpeó brutalmente, hasta desfigurarle la cara, la violó y la arrojó gravemente herida entre las rocas del espigón de Sant Andreu. Malherida, la mujer llegó a pie hasta la estación, donde fue atendida por personal de la cantina y trasladada a un centro hospitalario.

La policía catalana ha abierto una investigación para aclarar las circunstancias de la agresión e identificar al autor, aunque hasta ahora no ha detenido a ninguna persona. De momento, se ha tomado declaración a varios testigos y se está trabajando para identificar al autor de la agresión sexual, para lo que también indagan en el entorno personal de la víctima.

Según explicó ayer el alcalde, los Mossos tienen abiertas entre dos y tres líneas de investigación en relación a posibles sospechosos. Mora indicó también que se desconoce si la víctima y el agresor se conocían. El juez ha abierto una causa por los delitos de agresión sexual, lesiones y robo con violencia puesto que según la denuncia el violador se llevó también las pertenencias de la víctima.

BÚSQUEDA DE TESTIGOS / La policía catalana está buscando también a tres testigos que habrían visto a la víctima, después de haber sido violada, y que abandonaron el lugar sin prestarle auxilio pese a los gritos de socorro que profería la mujer, según publicó La Vanguardia, aunque Carlos Matamala, sargento jefe de la policía municipal de Llavaneres -cuerpo que atendió a la mujer en el lugar- indicó que no les constaba este extremo.

El Ayuntamiento de la ciudad de la que es natural la víctima, Mataró, rechazó y condenó los hechos ayer a mediodía a través de un comunicado de la alcaldía.