El incendio forestal declarado el pasado lunes en Llutxent (Valencia) lleva arrasadas 2.857 hectáreas en la comarca de la Vall d'Albaida y ha calcinado una veintena de casas de las urbanizaciones de Montesol, Montepino y L'Ermita, en Gandía, tras una noche en la que las llamas avanzaron ayudadas por vientos de hasta 70 kilómetros por hora. A primera hora de la tarde, el balance era de 948 hectáreas quemadas en el término municipal de Gandia, 840 en Llutxent, 818 en Pinet, 150 en Ador, 87 en Barx y 11 en Quatretonda.

Tras asistir a la reunión del Puesto de Mando Avanzado del incendio de Llutxent, Puig ha manifestado a los periodistas que la prioridad en este caso es la "seguridad de las personas" y por ello han sido desalojadas cerca de 3.000 de manera preventiva.El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha asegurado que la situación del incendio sigue siendo "extremadamente complicada" y que están pendientes de la evolución de la meteorología, aunque ha confiado en que en los "próximos días" se pueda dar una "solución definitiva.

Puig ha explicado que aunque es posible que al final de la tarde de este miércoles avancen los vientos de levante y vuelvan a dificultar la situación del incendio, hay una gran cantidad de medios aéreos (27) y humanos (700 bomberos, militares y agentes forestales) "que están dando lo mejor de sí mismos para combatir el fuego".

Durante estos días "hemos visto como ha habido una serie de concatenaciones climatológicas, junto a la situación de la propia masa forestal, que han hecho totalmente imposible poder dar toda la respuesta que en otras condiciones se puede dar", ha afirmado Puig.

El problema del viento

"No creo que debamos ser excesivamente optimistas, porque estamos aún en momentos muy complicados del incendio" ha dicho Puig, quien aunque se ha mostrado "convencido" de que hoy va a haber un "buen resultado" ha precisado que el "éxito depende de condiciones que tienen que ver en gran parte con la meteorología".

Ha recordado que ayer se produjeron "vientos huracanados y con multidirección que hacían imposible atajar el fuego en ninguna dirección".

También es evidente, ha dicho, que las lenguas de fuego cercanas a algunas urbanizaciones "han hecho que sea muy difícil dar una respuesta porque, si en algunos casos se hubiera intentado dar más se hubiera puesto en peligro a muchas personas".

No ha precisado el número de casas afectadas por el fuego, una veintena según Emergencias de la Generalitat, pero ha dicho que en algunas zonas las viviendas apenas han resultados afectadas y en otras "absolutamente calcinadas".