El secuestro judicial de 'Fariña', el libro en que el periodista coruñés Nacho Carretero desvela las tramas políticas del narcotráfico gallego, ha devuelto a Galicia a esa etapa de su historia repleta de imágenes de planeadoras, bateas, fardos de cocaína y alcaldes sentados en el banquillo. Parecía enterrada hasta que hace cinco años se hizo pública una foto del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a bordo del yate de un capo. Y ahora parece como si aquellos tiempos negros hubieran vuelto. O, peor aún, como si nunca se hubieran ido.

La retirada del libro, ordenada por una juez de Collado Villalba a instancias del ex alcalde popular de O Grove (Pontevedra), Alfredo Bea Gondar, no es la única muestra de la capacidad de los narcos para cuestionar a quienes osan glosar sus andanzas. Laureano Oubiña también ha logrado que un juez procese por injurias a la socialista Carmen Avendaño, la combativa madre contra la droga cuya vida narra la película 'Heroína', de Gerardo Herrero.

2.000 kilos de coca

Bea era un ex alcalde franquista del pequeño municipio pontevedrés de O Grove cuando se unió a la UCD y luego a la Alianza Popular de Manuel Fraga, para la que recuperó la alcaldía en 1983 y en 1991. Ese año no tomó posesión porque Garzón lo encarceló poco después de las elecciones por un alijo de 2.000 kilos de coca, tras comprobar que había alquilado el coche en el que fue detenido un narco con 30 kilos de droga.

Ese mismo año, un autobús del PP se paseó por O Grove con una pancarta de desagravio en la que se leía “Resiste, Alfredo”. Algunas fuentes sitúan en su interior a Mariano Rajoy, quien había sido presidente de la Diputación de Pontevedra. Aunque el parecido léxico entre aquella proclama y el “Luis [Bárcenas], sé fuerte” quizá sea solo casualidad.

Defecto en la instrucción

La Audiencia Nacional acabó condenando a Bea, que se salvó de la cárcel por un defecto de forma en la instrucción. En el 2001 fue acusado de blanquear narcocapitales y, esta vez sí, condenado a tres años y seis meses, pena que el Supremo elevó más de un año. Mientras esperaba la sentencia el PP seguía rindiéndole honores, como el que le brindó en el 2004 el alcalde de O Grove al invitarlo a un acto público por los 25 años de la Constitución.

No era el único mandatario popular que coqueteaba con amistades peligrosas. También lo hacía José Ramón Nené Barral, ex regidor de Ribadumia, que hace cuatro meses fue juzgado por contrabando y para quien la Fiscalía pide 10 años de cárcel. Y el ex alcalde de Portas, Roberto Vázquez, investigado en los 90 y condenado en el 2012 a 315.000 euros por fraude y falsedad documental. Y Manuel González, ex alcalde de A Guarda, contrabandista confeso y a quien llamaban 'Ligero', apodo que el propio Fraga explicó a Feijóo mientras lo abroncaba cuando supo de sus fotos con Dorado: “¡Él corría más que la Guardia Civil!”.

Actividades ilícitas

Fraga murió en el 2012, un año antes de que se publicaran. Habían sido tomadas en 1995, y Feijóo se defendió alegando que por entonces no sabía de las actividades ilícitas de Dorado a pesar de que había sido juzgado por contrabando en 1984 y por tráfico de drogas en 1991. También niega haberle favorecido, aunque ha negado acceso a los documentos que demostrarían que la Consellería de Sanidade de la Xunta contrató con empresas de Dorado el suministro de gasolina de los vehículos del departamento cuando Feijóo era su secretario general.

Dorado disfruta desde hace un año de permisos penitenciarios. Bea Gondar ha conseguido que una juez secuestre un libro que narra cómo y por qué fue condenado, y Laureano Oubiña ha logrado sentar en el banquillo a la referencia de las madres contra la droga. José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, otro mito de aquella época, acaba de ser detenido por liderar una red de tráfico de cocaína. Los viejos narcos nunca mueren, y este mismo lunes se estrenará 'Fariña', la teleserie basada en el libro de Nacho Carretero, al que la polémica ha convertido en superventas. La leyenda negra del narco vuelve a planear sobre la imagen de Galicia , aunque quizá no esté tan mal si eso contribuye a que se cuente la verdad.