La Organización Global de Víctimas de abusos (ECA) presentó ayer un plan de acción contra la lacra de los clérigos pederastas y obispos encubridores en la Iglesia que a su juicio se debería haber adoptado ante la ausencia de respuestas concretas después de la cumbre celebrada en el Vaticano hasta el pasado domingo.

El plan está dividido en los tres temas que se abordaron en la cita: responsabilidad, rendición de cuentas y transparencia. Entre las 21 medidas que lo conforman, la asociación de víctimas exige que el clérigo que es encontrado culpable de cualquier tipo de abuso a menores tenga que ser «inmediatamente expulsado de su cargo y del sacerdocio», al igual que cualquier miembro de la Iglesia que encubra. Piden que toda la documentación sobre los casos sea transmitida a las autoridades civiles y no pueda ser destruida, así como que se denuncien a las magistraturas nacionales cualquier denuncia que reciban de casos de abusos a menores. Reclaman la anulación del motu propio de 2016 de título Como una madre amorosa del Papa al considerar que resulta demasiado blanda con la responsabilidad de los miembros de la Iglesia. Otra de las medidas es la de eliminar la inmunidad para los diplomáticos vaticanos y que puedan así ser juzgados en los lugares donde cometen los delitos Demandan que se contemplen las indemnizaciones a las víctimas de abusos por parte de cada Conferencia Episcopal.

En cuestión de transparencia, exigen la publicación de todos los archivos con los religiosos que han cometido abusos, incluidos los ya apartados o fallecidos. Y exigen al papa Francisco que sea transparente sobre su propia responsabilidad y que entregue a las autoridades civiles toda la documentación relativa a su papel (cuando era arzobispo de Buenos Aires) de casos como los de julio Cesar Grassi y Nicola Corradi.