El alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha ofrecido la ciudad de Valencia para acoger el barco de la oenegé española Proactiva Open Arms, que navega con 121 inmigrantes rescatados en el Mediterráneo y del que ayer se evacuaron dos mujeres africanas en avanzado estado de gestación. Así lo ha determinado Ribó, para el que Valencia es «una ciudad de acogida, abierta y con un deber ético y humano con las personas que arriesgan sus vidas huyendo del terror, la guerra o la miseria», informaron fuentes municipales.

Ribó hizo ayer este ofrecimiento tras conversar con la vicepresidenta del Gobierno valenciano, Mónica Oltra, y con el visto bueno del presidente, Ximo Puig.

Según apuntaron desde la Generalitat valenciana, Valencia se ofrece para acoger al Open Arms «si este barco no encuentra un puerto más cercano o adecuado» a sus necesidades.

En caso de atracar el barco en la ciudad, según las fuentes, se desarrollaría un operativo «similar al desplegado con motivo del buque Aquarius», que atracó con otras dos naves en Valencia en junio del pasado año con 630 inmigrantes rescatados del Mediterráneo.

«Queremos continuar el camino que empezamos con el Aquarius. Por eso, y conjuntamente con la Generalitat valenciana, vamos a solicitar al Gobierno español que abra el puerto de Valencia a este barco», ha señalado el alcalde. «Valencia y los valencianos queremos estar al lado de los valores de solidaridad, de bienestar y de libertad que Europa siempre ha representado. Tenemos la confianza de que el Gobierno central no dudará en posicionarse en la misma línea que nosotros», añadió.

Por otra parte, la Junta de Extremadura también se ofreció ayer al Gobierno de España para colaborar en la acogida de migrantes si definitivamente se abriesen los puertos para la llegada de las 121 personas del Open Arms. El director general de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aexcid), José Ángel Calle, indicó que la comunidad podría acoger, al menos, a 10 personas de las 120 rescatadas, un número que podría ampliarse en los días sucesivos y que serían redistribuidas por el propio sistema de la Junta para acoger a personas extranjeras. Calle ha solicitado un reparto ajustado a las capacidades de cada Estado miembro de la UE para que «esto no siga siendo un desafío para los países del sur».