Uno de cada cinco españoles, el 21,5% de la población, vive en riesgo de pobreza o exclusión social con unos ingresos inferiores a 8.871 euros al año, una situación que afecta al 26,2% de los menores de 16 años. Según la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) de 2018 elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de pobreza -que para hogares de dos adultos y dos niños se fija en menos de 18.629 euros anuales- sólo se ha reducido una décima en un año, aunque en el caso de los menores lo ha hecho 1,9 puntos.

Esta situación hace que el 34,2% de los hogares españoles no pueda permitirse ir de vacaciones ni una semana al año, que el 36% no tenga capacidad para afrontar gastos imprevistos o que el 10,4% llegue a fin de mes con «mucha dificultad». Y que el 7,3% se retrase en pagos tan básicos como la hipoteca, el alquiler, el gas, la electricidad o la comunidad.

Pese a estos datos, parte de las variables que conforman el riesgo de pobreza o exclusión se han reducido levemente y los ingresos medios por persona han aumentado un 3,1% hasta los 11.412 euros.

Advierte el INE de que más de 657.000 personas, el 1,4% de la población, está a la vez en situación de riesgo de pobreza, con carencia material severa y con baja intensidad en el empleo. Y, una vez más, subraya que, a mayor formación, menor riesgo de pobreza. Así, la tasa de pobreza pasa del 33,8 % entre quienes solo cursaron educación secundaria al 12,6 % de quienes alcanzaron la educación superior. País Vasco, Navarra y Cataluña tienen los ingresos anuales más altos. Andalucía figura entre los bajos.