El consumo de cocaína no deja de crecer en la Unión Europea (2,6 millones de jóvenes de entre 15 y 34 años la consumieron en el 2017) y su disponibilidad alcanza máximos absolutos gracias en parte al uso de nuevos e innovadores canales de distribución que van más allá de las redes sociales y los mercados de la internet oscura. La alerta la lanzó ayer el Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías, que advierte de la posible uberización del comercio de esta droga.

«Hay pruebas de que el uso de las redes sociales, los mercados de la internet oscura y las técnicas de cifrado hacen cada vez más fácil que personas en solitario o en grupos pequeños participen en el tráfico de drogas», sostiene el informe del 2019 presentado ayer por su director, Alexis Goosdeel, y el comisario de Inmigración, Interior y Ciudadanía, Dimitris Avramopoulos.

El emprendimiento, no obstante, va más lejos y se refleja en «los innovadores métodos de distribución». El análisis menciona, por ejemplo, la existencia de «servicios telefónicos», o call centers, exclusivos como vía para obtener esta droga y que disponen de mensajeros para una entrega rápida y flexible. Estos métodos «reflejan una posible uberización del comercio de la cocaína» y la existencia de «un mercado competitivo en el que los vendedores ofrecen servicios que van más allá del propio producto». La cadena de tráfico de cocaína se estaría reorganizando y se aprovecha del uso habitual de teléfonos móviles inteligentes para llegar a los clientes.

Los últimos datos revelan también que tanto el número de incautaciones como las cantidades intervenidas registraron niveles «sin precedentes». En el 2017 se notificaron más de 104.000 (un año antes fueron 98.000) en las cuales las autoridades aprehendieron 140 toneladas. Es decir, la cantidad incautada superó en 20 toneladas el anterior máximo histórico registrado en el 2016 y duplicó la cantidad incautada ese año, que fue de 71 toneladas. Los países con la mayor cantidad incautada fueron Bélgica (45 toneladas) y España (41 toneladas), que sumaron el 61% del total.

EL LIDERAZGO DEL CANNABIS / Aunque la cocaína se introduce en el continente por varios medios -aviones privados, yates y otras pequeñas embarcaciones-, la principal vía de entrada desde América siguen siendo los grandes puertos y en contenedores. El informe confirma que el cannabis es la droga ilegal más consumida. Unos 17,5 millones de jóvenes europeos la tomaban en el 2017. Se calcula que el 1% de los adultos (de entre 15 y 64 años) consumen esta sustancia casi a diario.

Ayer, por ejemplo, la Guardia Civil de Casetas (Zaragoza) detuvo a cuatro miembros de una asociación legalmente registrada que tenía como finalidad el estudio del cáñamo del cannabis y sus posibles aplicaciones y que se dedicaba al tráfico de drogas y al consumo en las instalaciones de diferentes sustancias. En un registro practicado en las instalaciones de la asociación, la Guardia Civil halló 1.602 gramos de cogollos de marihuana, 50 gramos de hachís, 37 de resina de hachís, 24 de polen de hachís y 9 pastillas de éxtasis.