La renovación en la Unión Europea de la licencia del glifosato, el herbicida más utilizado en todo el mundo, sigue dividiendo a gobiernos e instituciones. Representantes de los 28 debían pronunciarse este miércoles sobre la posible extensión de su comercialización -la Comisión Europea propuso ayer rebajar el período a entre 5 y 7 años- pero el voto ha sido finalmente pospuesto.

“No ha habido voto. La Comisión ha tomado nota de las posiciones de las diferentes delegaciones sobre las que ahora reflexionaremos. Anunciaremos en breve la fecha de la próxima reunión”, ha explicado el Ejecutivo comunitario tras la reunión del comité permanente de expertos celebrada este martes. La licencia actual expira el 15 de diciembre de este año y el Ejecutivo comunitario quiere que los gobiernos asuman sus responsabilidades y tomen una decisión.

De ahí su oferta de última hora de flexibilizar su postura inicial y proponer una prórroga de entre 5 y 7 años. Para ser validada la propuesta de la Comisión debe obtener el apoyo de 16 de los 28 Estados miembros, que representen al menos al 65% de la población de la UE, pero este gesto in extremis no ha servido para vencer las resistencias de países como Francia, Austria o Italia, alguno de los Estados que más se oponen a una prolongada autorización. No son los únicos. El Parlamento Europeo ya pidió el martes en una resolución -aprobada con 355 votos a favor, 204 en contra y 111 abstenciones- la prohibición total de la comercialización en la Unión Europea en un plazo máximo de cinco años, para el 2022.

Controversia sobre los estudios

Bruselas basa su propuesta en las evaluaciones oficiales realizada por la Agencia europea de productos químicos (ECHA) y la Autoridad europea de seguridad alimentaria (EFSA), en base a los datos remitidos por las empresas que comercializan este pesticida como Monsanto, y que han chocado con los análisis de la agencia de la ONU para la investigación del cáncer. Ese es precisamente uno de los muchos elementos que han generado controversia. A comienzos de este año salió a la luz además la ocultación por parte de Monsanto de estudios sobre los efectos dañinos del glifosato que fueron ocultados para impedir que afectaran al proceso de renovación lo que ha puesto en tela de juicio la credibilidad de la UE.

Enfermedades

Algunos expertos escuchados por el Parlamento Europeo en sus trabajos preparatorios, como el investigador de la Universidad de Caen Gilles-Eric Seralini, alertaron la semana pasada de que la exposición continuada al glifosato es responsable de enfermedades del hígado y de los riñones y que aunque hay pocos estudios sobre humanos está comprobado que esta sustancia química daña la salud de los animales. “Monsanto sabe que el glifosato es nocivo, lo mismo que los fabricantes de tabaco sabían que lo era el tabaco”, ha advertido el copresidente de los Verdes, Philippe Lamberts.

En su resolución, la Eurocámara también han solicitado que se deje de utilizar a nivel doméstico y se elimine gradualmente también en la agricultura, hasta su prohibición total a partir del 15 de diciembre de 2022, de forma que se sustituya por alternativas ecológicas como los sistemas integrados de gestión de plagas. “Aún en situaciones controvertidas como esta la Eurocámara ha demostrado que es posible encontrar compromisos razonables. Una prohibición inmediata no está justificada porque no hay alternativas aceptables. Necesitamos tiempo para desarrollarlas” y “mejorar la propuesta de la Comisión”, ha indicado el conservador alemán Peter Liese.

En noviembre, el Parlamento Europeo celebrará una audiencia pública con representantes de la iniciativa ciudadana respaldada por la oenegé Greenpeace, ‘Stop Glifosato’. El documento firmado por más de un millón de ciudadanos urge el Ejecutivo de Bruselas a "prohibir el glifosato, reformar el procedimiento de aprobación de pesticidas y fijar un objetivo común y obligatorio de reducción de pesticidas" en la Unión.